El doomscrolling: un peligro silencioso para la salud mental
La compulsión por consumir contenido negativo, conocida como doomscrolling, se ha convertido en una amenaza para la salud mental y física. Expertos de Harvard advierten sobre sus efectos y brindan estrategias para contrarrestarlo.
En la era digital, es común encontrar personas deslizándose por sus dispositivos en busca de las últimas noticias. Sin embargo, este hábito, conocido como doomscrolling, ha sido identificado como un factor perjudicial para la salud mental, especialmente desde la pandemia de COVID-19. Según expertos de Harvard, la constante exposición a contenido alarmante está provocando un impacto negativo en el bienestar emocional y físico de las personas.
El término doomscrolling se refiere a la compulsión de consumir contenido negativo en línea, especialmente relacionado con noticias alarmantes o catastróficas. Durante la pandemia, este comportamiento se intensificó cuando las personas se encontraron en la necesidad de mantenerse informadas sobre el virus. Pero lo que comenzó como una búsqueda de información esencial, rápidamente se convirtió en una tendencia que se ha mantenido, afectando a millones de usuarios.
“El cerebro humano está diseñado para manejar el estrés en situaciones breves y puntuales, pero la exposición constante al estrés, que ahora es casi ineludible en nuestras vidas digitales, está provocando consecuencias serias”, explica el Dr. Aditi Nerurkar, médico especializado en estrés y bienestar de la Universidad de Harvard. Según él, esta tendencia afecta particularmente a mujeres y a quienes han experimentado traumas, dado que el contenido negativo tiene un impacto más profundo en estos grupos vulnerables.
La raíz encuentra en el sistema límbico del cerebro, donde la amígdala activa la respuesta de «lucha o huida» ante situaciones percibidas como peligrosas. La sobrecarga de información, en especial de carácter negativo, mantiene este sistema en estado de alerta constante, lo que conduce a efectos perjudiciales en el cuerpo y la mente.
Entre las consecuencias , se encuentran síntomas físicos como dolores de cabeza, tensión muscular, problemas para dormir, pérdida de apetito y aumento de la presión arterial. Además, el Dr. Nerurkar advierte sobre un fenómeno que ha llamado «cerebro de palomitas de maíz», en el cual el exceso de información fragmenta nuestra conexión con el mundo real, generando una sensación de desconexión.
Estrategias para prevenir el doomscrolling
Los expertos recomiendan una serie de acciones para limitar la exposición al contenido negativo y evitar las consecuencias del doomscrolling:
- Establecer límites digitales: Mantén el teléfono fuera de tu alcance al despertar o al dormir. Esto ayudará a reducir la tentación de comenzar el día con noticias alarmantes.
- Desactiva las notificaciones: Al reducir las alertas constantes, evitas ser interrumpido continuamente por contenido que puede aumentar tu ansiedad.
- Cambia la pantalla a escala de grises: Disminuir el atractivo visual del contenido puede ayudarte a reducir el tiempo que pasas en tu dispositivo.
- Controla el contenido que consumes: Enfócate en noticias locales, que suelen ser menos alarmantes que los titulares internacionales.
- Practica la desconexión intencionada: Dedica tiempo a actividades que generen emociones positivas, como el ejercicio, la meditación o hobbies que te apasionen.