Aumento descontrolado en alimentos durante la última semana de octubre
En solo siete días, los precios de los alimentos subieron un 1,7%, impulsados principalmente por las alzas en frutas, lácteos y bebidas. Las consultoras ya ajustan sus proyecciones de inflación mensual hacia un 3%.
Durante la cuarta semana de octubre, los precios de los alimentos en Argentina registraron un alarmante incremento del 1,7%, según un informe reciente de la consultora LCG. Este salto ha impactado las proyecciones inflacionarias, que ahora se estiman en un 3% para el mes, revirtiendo las expectativas previas de un panorama más estable.
Entre el 17 y el 23 de octubre, la variación en los precios de alimentos fue la más alta desde julio de este año. Según LCG, los productos que más contribuyeron a este incremento fueron las frutas, con una suba del 5,7%; los lácteos y huevos, que crecieron un 4,6%; y las bebidas e infusiones, con un alza del 4,2%. Estos aumentos llevaron el promedio mensual de variación en alimentos a 2,3%, mientras que la medición acumulada de las últimas cuatro semanas se sitúa en 3,3%.
La consultora advirtió que este repunte de precios podría seguir escalando en los próximos días. En el análisis, destacan que la estabilidad que se había mantenido en las semanas anteriores había permitido una moderación en las estimaciones inflacionarias de octubre, que se proyectaban por debajo del 3%. Sin embargo, el comportamiento en la última semana obligó a los analistas a corregir sus previsiones.
Otras consultoras, como Eco GO y Libertad y Progreso, coinciden en que la inflación general de octubre podría cerrar entre el 3% y el 3,2%, impulsada principalmente por el aumento en los alimentos, un rubro que impacta de manera significativa en los índices de precios al consumidor (IPC). Este fenómeno se da en un contexto de alta inflación acumulada, que ya ha erosionado considerablemente el poder adquisitivo de la población.
Uno de los factores que está detrás de este aumento es la presión cambiaria, que se ha intensificado tras las elecciones generales, generando inestabilidad en los costos de producción y transporte. A esto se suma la especulación en algunos sectores de la cadena alimentaria, que aprovechan el clima de incertidumbre económica para ajustar precios por encima de los costos reales.
En las proyecciones más amplias, la inflación anual podría cerrar por encima del 120%, si las tendencias actuales no logran ser controladas por las políticas económicas del próximo gobierno, lo que acentuaría aún más el deterioro del consumo y la capacidad de ahorro de las familias argentinas.