La jubilación mínima será de casi $253 mil en noviembre
En noviembre, las jubilaciones mínimas y máximas recibirán un ajuste del 3,47% en línea con la inflación. Sin embargo, la pérdida de poder adquisitivo persiste, especialmente para los jubilados que dependen de bonos adicionales que han quedado rezagados.
El próximo mes traerá consigo un nuevo ajuste en los haberes jubilatorios, reflejando la inflación registrada en septiembre. Aunque los aumentos buscan compensar la suba de precios, la realidad para los jubilados es compleja. La jubilación mínima subirá a $252.798, mientras que la máxima alcanzará los $1.701.095. Sin embargo, la falta de actualización en los bonos adicionales reduce el impacto real de estas mejoras, afectando de manera significativa a quienes perciben los haberes más bajos.
En noviembre, los jubilados y beneficiarios de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) recibirán un incremento del 3,47% en sus haberes, basado en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes de septiembre. Esto representa una suba importante para los haberes mínimos, que pasarán de $244.320,56 a $252.798. De igual forma, las jubilaciones máximas también serán ajustadas, subiendo de $1.644.046,07 a $1.701.095.
Pese a este aumento, el poder adquisitivo de los jubilados sigue erosionándose. La jubilación mínima, con los descuentos correspondientes, quedará en $245.214. Si el bono adicional de $70.000, otorgado en meses anteriores, se mantiene, el total a cobrar llegaría a $315.214, lo que representaría una mejora de $8223 en comparación con octubre. Por su parte, la jubilación máxima, después de los descuentos de PAMI, quedará en $1.606.613, lo que supone un aumento de $53.880 respecto al mes anterior.
Sin embargo, la continuidad del bono es incierta. Mientras que los haberes son ajustados automáticamente en función de la inflación, el pago de bonos depende de decisiones discrecionales del Poder Ejecutivo. Esto ha generado un problema para aquellos jubilados que dependen de estos refuerzos. En octubre, los jubilados que percibieron haberes de hasta $244.320,56 recibieron el bono de $70.000, un monto que ha permanecido congelado desde marzo. A medida que la inflación avanza, este bono pierde efectividad, lo que significa que, para muchos, el aumento real en noviembre será inferior al anunciado 3,47%.
El mismo ajuste del 3,47% se aplicará a otras prestaciones, como la Asignación Universal por Hijo (AUH), que en noviembre alcanzará los $90.837, aunque solo se cobrará el 80% de ese monto ($72.670), con el 20% restante supeditado a la certificación de escolaridad y cuidados de salud de los menores.
A su vez, las remuneraciones mínima y máxima para el cálculo de aportes al sistema jubilatorio, obra social y PAMI, junto con las contribuciones de los autónomos, también serán actualizadas. Sin embargo, el impacto real de estos incrementos queda opacado por la persistente pérdida de poder adquisitivo que afecta a los sectores más vulnerables de la sociedad.