Protestas masivas en la UBA: estudiantes ocupan facultades tras el veto de Milei al financiamiento universitario

La ocupación de facultades en la Universidad de Buenos Aires (UBA) marca el inicio de una ola de protestas por la polémica decisión de Javier Milei de vetar la Ley de Financiamiento Universitario. Los estudiantes, hartos de recortes y de la precarización de la educación pública, han tomado las sedes de Filosofía y Letras, y Psicología, mientras otras facultades se suman a la medida. La indignación crece y promete culminar en una movilización histórica al Congreso.

Estudiantes en pie de lucha contra el ajuste

El lunes, en una asamblea en la Facultad de Filosofía y Letras, los estudiantes decidieron, por aclamación, ocupar el edificio por 48 horas. La medida se extenderá hasta el miércoles, día en que se espera una masiva movilización al Congreso, en rechazo al veto de Milei, que desfinancia a las universidades públicas. Psicología no tardó en sumarse a la protesta, reflejando la creciente unidad entre los distintos sectores educativos ante lo que consideran un ataque directo a la educación pública.

La UBA y el ajuste del gobierno

El veto de Milei ha dejado expuesta la política de ajuste aplicada por el libertario desde su llegada al poder. La Ley de Financiamiento Universitario, que fue aprobada en el Congreso y buscaba asegurar los fondos necesarios para el funcionamiento de las universidades públicas, fue cercenada con el argumento de reducir el gasto público. Sin embargo, para miles de estudiantes y docentes, esta decisión es vista como un intento deliberado de desmantelar la educación pública, un pilar fundamental de inclusión y movilidad social en Argentina.

Las facultades no solo sufren por la falta de financiamiento, sino también por la indiferencia de un gobierno que, mientras congela salarios y liberaliza precios, condena a la comunidad educativa a condiciones insostenibles. El malestar no es solo por el veto; es una respuesta a la creciente precarización laboral de los docentes, a los recortes en los servicios universitarios y a la falta de inversión en infraestructura.

Salarios congelados y promesas incumplidas

El Ministerio de Capital Humano intentó contener la situación con una propuesta salarial del 6,8%, la cual fue rechazada de inmediato por los gremios docentes y no docentes. Esta oferta, considerada irrisoria ante la inflación galopante que enfrenta el país, fue percibida como una burla por los trabajadores, quienes ven cómo sus salarios pierden valor cada día mientras el gobierno se escuda en la austeridad.

En este contexto, el bloque del PRO mantuvo reuniones con representantes de La Libertad Avanza, en un intento de mediar para que el gobierno mejore la propuesta salarial. Sin embargo, hasta el momento no ha habido respuestas concretas, lo que solo ha avivado la tensión en las universidades.

Movilización al Congreso y el desafío al gobierno de Milei

Este miércoles, cuando el Congreso debata el veto de la Ley de Financiamiento Universitario, se espera que miles de estudiantes y docentes tomen las calles para exigir no solo la derogación del veto, sino también un cambio de rumbo en la política educativa del gobierno. La Cámara de Diputados ya ha convocado a sesión, pero la presión en las calles promete ser el verdadero termómetro de un conflicto que no muestra señales de ceder.

Milei enfrenta, con este veto, una ola de resistencia que cuestiona el modelo de ajuste que ha impuesto. Las universidades, lejos de ser un gasto, son el futuro del país, y la comunidad educativa está decidida a defenderlas a toda costa.