La inversión en Argentina sufre una caída histórica del 25,8% en agosto
La inversión real en el país cayó un 25,8% interanual en agosto de 2024, marcando uno de los peores meses del año. La falta de confianza en el gobierno y las restricciones cambiarias agravan la situación económica.
Según un informe reciente de la consultora Orlando Ferreres, la inversión bruta en Argentina registró una disminución alarmante del 25,8% en agosto de 2024 en comparación con el mismo mes del año anterior. Esta caída refleja uno de los peores desempeños en lo que va del año, y contribuye a una contracción acumulada del 21,5% en los primeros ocho meses de 2024.
El desplome en la inversión viene acompañado de un contexto macroeconómico inestable, con una inflación persistente y una confianza disminuida tanto en el gobierno como en sus políticas económicas. Los factores que inciden en esta baja incluyen la caída en la importación de bienes de capital y la falta de incentivos claros para los inversores.
Según el informe de Ferreres, la desaceleración en la inversión en maquinaria y equipos es especialmente preocupante. La inversión en maquinaria importada cayó un 42,8% en agosto, reflejando el impacto directo de las restricciones a las importaciones y la volatilidad cambiaria. En contraste, la inversión en maquinaria de fabricación nacional experimentó un aumento del 4,6%, lo que sugiere una leve reactivación del sector productivo local en medio de la crisis.
«La caída de la inversión en maquinaria importada es un reflejo directo de la política de restricciones cambiarias,» explicó el economista Mariano González, quien además subrayó que el impacto en la producción se verá a largo plazo si no se flexibilizan las condiciones para la importación de bienes de capital necesarios para la industria.
Otro sector que muestra signos de deterioro es la construcción, que en agosto sufrió una contracción del 27,6% interanual, empeorando el descenso del 16,3% registrado en julio. La construcción es uno de los motores de la economía y la falta de inversión en este rubro anticipa un escenario complicado para los próximos meses.
En términos de políticas públicas, el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), que fue reglamentado en septiembre, aún no ha mostrado resultados concretos en la atracción de nuevas inversiones. Este régimen es visto como una herramienta clave para fomentar la llegada de capitales al país, pero la implementación tardía y la incertidumbre política parecen haber frenado cualquier avance significativo.
La combinación de una inflación sostenida, restricciones cambiarias y un clima de desconfianza generalizada entre los inversores ha profundizado la crisis en Argentina. Expertos señalan que, sin medidas correctivas urgentes, la inversión seguirá cayendo, lo que afectará aún más el crecimiento económico y la creación de empleo.