La OCDE empeora el pronóstico para Argentina: se prevé una caída del PBI del 4% en 2024
El organismo internacional ajustó su previsión para la economía argentina, marcando una caída más pronunciada del PBI en comparación con estimaciones previas. Mientras, la inflación proyectada sigue en niveles alarmantes.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ajustó a la baja sus previsiones para Argentina, señalando que el Producto Bruto Interno (PBI) del país caerá un 4% en 2024. Este nuevo pronóstico es más pesimista que el realizado en mayo de este año, cuando se estimaba una contracción del 3,3%. Este informe, que forma parte de las Perspectivas Económicas Intermedias del organismo, se da en un contexto global de desaceleración de la inflación y un crecimiento moderado en el comercio internacional.
Crecimiento global y contraste con Argentina
A nivel global, la OCDE proyecta un crecimiento del PBI del 3,2% para 2024, con expectativas de que esta tendencia positiva continúe en 2025. En este panorama, destacan los casos de India, con un crecimiento proyectado del 6,7%, China con un 4,9%, y Brasil con un 2,9%. Estados Unidos también se posiciona con un alza del 2,6%. Sin embargo, Argentina y Japón, con una leve contracción del 0,1%, son los únicos países del G20 cuya economía se contraerá en 2024.
Este escenario refleja las dificultades que enfrenta la economía argentina, donde la caída del 4% proyectada para 2024 será seguida, según la OCDE, de una recuperación del 3,9% en 2025. No obstante, este rebote será insuficiente para compensar el impacto de la recesión actual.
Inflación y depreciación de la moneda
Uno de los factores clave que complica el panorama económico es la inflación. Aunque la OCDE ajustó sus previsiones de inflación para Argentina, reduciéndola de un 208,1% a un 147,5% anual, la situación sigue siendo grave. El organismo prevé que la inflación en el país seguirá moderándose en 2025, aunque continuará en niveles de dos dígitos, lo que indica que la economía argentina no logrará una estabilización inmediata.
Además, el informe de la OCDE destaca que la depreciación de la moneda, un fenómeno común en economías emergentes como la de Argentina, ha tenido un doble efecto. Por un lado, ha favorecido los ingresos por exportaciones; por otro, ha encarecido el servicio de la deuda en dólares y ha contribuido a presiones inflacionarias adicionales.
Perspectivas futuras
A pesar de la complejidad del escenario, el informe de la OCDE sugiere que el país podría experimentar una cierta recuperación en 2025. Sin embargo, las proyecciones indican que los desafíos estructurales, como la inflación persistente y la debilidad de la moneda, seguirán afectando a la economía argentina. El país necesitará un enfoque integral que combine políticas fiscales, monetarias y estructurales para enfrentar los retos de los próximos años.