Colapso del consumo: ventas de supermercados caen un 17,2% en agosto
En los primeros ocho meses de 2024, el consumo sufrió una caída del 10,6%, según Scentia. La situación es aún más grave en las cadenas del interior del país, con una baja del 19,2%.
El consumo en Argentina sigue en descenso, y los números de agosto no hacen más que confirmar una tendencia preocupante. Las ventas en supermercados y autoservicios cayeron un 17,2% en comparación con el mismo mes de 2023, según un informe reciente de la consultora Scentia. Este desplome en las compras se profundiza en un contexto de alta inflación y pérdida de poder adquisitivo.
En los primeros ocho meses del año, el consumo registró una caída acumulada del 10,6%, lo que refleja una contracción significativa de la demanda en productos de primera necesidad. Sin embargo, el golpe más fuerte llegó en agosto, donde la caída en las ventas de supermercados fue del 17,2% respecto al mismo periodo del año anterior, cuando las políticas de incentivo al consumo, como el «plan platita», aún impulsaban las compras.
El informe de Scentia destaca que la baja en el consumo es aún más marcada en las cadenas del interior del país, donde las ventas cayeron un 19,2%. En comparación, la caída en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) fue del 16,5%, mostrando un impacto generalizado en todo el país. Los autoservicios también experimentaron una contracción significativa, con una baja del 25,2% en las ventas, en contraste con el 6,5% registrado en el AMBA.
Los productos más afectados por la retracción en el consumo fueron aquellos considerados de compra impulsiva, como las golosinas, seguidos por las bebidas sin alcohol, las bebidas alcohólicas, y los artículos de higiene y cosmética. En el extremo opuesto, los productos destinados a la alimentación, como los consumidos en el desayuno y la merienda, junto con los perecederos, mostraron un comportamiento más estable y no sufrieron caídas significativas en las ventas.
Además, el informe revela que los precios de la canasta de productos empaquetados se ubicaron por debajo del 200%, un indicador que, aunque elevado, está en línea con la inflación acumulada en el último año. Según el INDEC, la inflación general de agosto fue del 4,2%, pero en alimentos y bebidas no alcohólicas, el aumento fue del 3,6% en comparación con el mes anterior.
La situación económica que atraviesa Argentina sigue afectando profundamente el consumo, y las cifras de agosto muestran un panorama sombrío para el sector de supermercados y autoservicios. Con una inflación acumulada en alimentos que supera el 236% en los últimos doce meses, el poder adquisitivo de las familias sigue en declive, lo que repercute en las decisiones de compra. El desafío para los próximos meses será encontrar mecanismos que incentiven el consumo y frenen esta caída sostenida en las ventas.