Aumentos en prepagas: subas superiores a la inflación generan preocupación

Las empresas de medicina prepaga notificaron incrementos en las cuotas de octubre por encima de la inflación, amparadas por la desregulación vigente en el sector.

Las prepagas argentinas han comenzado a notificar a sus afiliados sobre nuevos incrementos en las cuotas mensuales, que superan la inflación registrada. En octubre de 2024, algunas de estas compañías aplicarán subas de hasta un 5,9%, en un contexto marcado por la libertad que otorga el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023. La inflación de agosto fue del 4,2%, por lo que los aumentos anunciados se sitúan por encima de la variación general de precios.

Una de las primeras empresas en comunicar este aumento fue OMINT, que informó a sus socios sobre una suba del 5,9% en las cuotas correspondientes a octubre. En su comunicado, justificaron la medida explicando que «estas actualizaciones son necesarias para garantizar la adecuada remuneración de los servicios médicos y sanatoriales, así como para cubrir los aumentos de precios en insumos importados, medicamentos y prótesis».

Otro caso fue el del Hospital Británico, que anunció un incremento del 5,5% en sus planes de salud. Según la empresa, este ajuste responde en parte a «los costos crecientes de la actividad», con el compromiso de mantener la calidad médica que los caracteriza. Por su parte, Médicus comunicó una suba del 4,65%, argumentando que el aumento es necesario para mantener la calidad de atención e incorporar innovaciones tecnológicas.

La aplicación de estos incrementos ha generado malestar entre los usuarios, quienes ya vienen lidiando con una inflación elevada y ven cómo sus gastos en salud continúan escalando. Roberto Zorzoli, especialista en defensa de la competencia y el consumidor, señaló que «las prepagas hicieron lo que quisieron porque el Poder Ejecutivo las dejó actuar a partir de la desregulación incluida en el DNU 70/2023». Zorzoli criticó que, bajo la normativa anterior, los aumentos debían estar justificados en la estructura de costos de las empresas, mientras que ahora las subas son decididas de manera arbitraria.

El debate sobre la regulación de las prepagas sigue abierto, con voces que cuestionan la relación entre los aumentos y los costos reales del servicio. Mientras tanto, los usuarios enfrentan la incertidumbre de nuevos ajustes y el impacto directo en su bolsillo, en un escenario de desregulación que permite a las empresas actuar con mayor discrecionalidad en la fijación de tarifas.