Por qué es más cara la ropa en el Argentina que en otros paises de la región
La ropa en Argentina es significativamente más cara que en otros países de la región, impulsada por factores como el proteccionismo, la inflación y la presión impositiva. Un informe de Fundar desglosa las razones detrás de este fenómeno.
En Argentina, vestirse cuesta más. Los precios de la indumentaria han aumentado un 32% por encima de la inflación general, una tendencia opuesta a la de otros países, donde la ropa se ha abaratado. Este fenómeno se ha intensificado desde la salida de la convertibilidad, con factores como el proteccionismo, la inestabilidad económica y una creciente presión impositiva que han contribuido a esta diferencia de precios.
Un informe de Fundar, basado en un análisis exhaustivo de 390.000 precios en 33 prendas de vestir, compara los costos de la indumentaria en Argentina con los de otros países de la región como Perú, Uruguay, México, Chile, Colombia y Brasil. Los resultados son contundentes: una canasta de prendas en Argentina, comprada a través de canales online y calculada al tipo de cambio oficial, resultó un 35% más costosa que en los países comparados, y un 16% más cara si se considera el dólar MEP.
Las razones primarias que explican esta diferencia incluyen las crecientes barreras a la importación, con subas de aranceles y medidas paraarancelarias, en un contexto global que ha tendido a reducir estas restricciones. La volatilidad macroeconómica y la incertidumbre económica también han jugado un papel crucial, afectando más a los bienes, como la ropa, que a los servicios. Además, la regulación de precios en sectores como los servicios públicos ha desviado la inflación hacia rubros no regulados, como la indumentaria.
Entre las causas secundarias, el informe señala la presión tributaria sobre la producción, que encarece particularmente a los bienes con cadenas de producción largas y alta integración nacional, como la ropa. La baja productividad sectorial y el acceso restringido al crédito también han contribuido a mantener altos los costos de producción y, por ende, los precios finales al consumidor.
Según los analistas de Fundar, aunque las causas secundarias solo operan en presencia de las primarias, las barreras a las importaciones han sido un factor determinante para que los productores locales pudieran trasladar los costos crecientes al precio final. A lo largo de las últimas décadas, han coexistido periodos en los que estas barreras y otros factores contribuyeron a encarecer la indumentaria, destacando períodos como 2002-2015 y 2020-2023, marcados por alta brecha cambiaria, incertidumbre macroeconómica y presión impositiva. En conclusión, vestirse en Argentina sigue siendo un lujo costoso, y revertir esta tendencia requerirá cambios profundos en la política económica y comercial del país.