Femicidios en Argentina: un retrato alarmante y las consecuencias de los recortes en políticas de género

Entre el 1° de enero y el 30 de agosto de 2024, Argentina ha registrado 146 femicidios, lo que equivale a un crimen cada 40 horas, según datos del Observatorio MuMaLá (Mujeres de la Matria Latinoamericana). Además, se documentaron 361 intentos de femicidio, en un contexto marcado por los recortes a las políticas públicas de género y la eliminación del Ministerio de la Mujer al inicio de la gestión de Javier Milei.

La escalada de violencia de género en Argentina ha dejado un saldo trágico en los primeros ocho meses del año. De acuerdo al informe mensual de MuMaLá, 135 niñas, niños y adolescentes quedaron huérfanos como resultado de los 146 femicidios ocurridos en el país. La organización destacó que solo el 14% de las víctimas había realizado denuncias previas a su asesinato, evidenciando las fallas en los sistemas de prevención y protección.

El reporte señala un incremento del 10% en la cantidad de femicidios en relación al mes anterior, y subraya que el 51% de los crímenes fueron perpetrados por parejas o exparejas. Además, el 55% de las mujeres fueron asesinadas en sus propias viviendas y el 37% por arma blanca. La edad promedio de las víctimas es de 37 años, mientras que la de los agresores es de 41 años. En el 35% de los casos, las víctimas convivían con sus agresores, y un preocupante 42% tenía hijos o hijas al momento de su asesinato.

MuMaLá también informó que el 14% de los femicidas tenía antecedentes por violencia de género, y que el 7% pertenecía a fuerzas de seguridad, lo que plantea serios interrogantes sobre la supervisión y control de quienes deben proteger a la ciudadanía. En cuanto a las provincias más afectadas, Chaco encabeza la lista, seguida por Santa Cruz y San Luis.

Desde la llegada de Javier Milei al poder, las políticas de género han sufrido un notable retroceso. La eliminación del Ministerio de la Mujer y los recortes en programas clave como Acompañar, que brinda asistencia económica y psicosocial a víctimas de violencia, han generado un clima de desprotección y vulnerabilidad. MuMaLá advierte que esta desatención estatal pone en riesgo la vida de cientos de mujeres y disidencias, afectando no solo su seguridad sino también sus derechos fundamentales.