Se despiden el frío y las lluvias: la primavera en Buenos Aires será más cálida y seca
El Servicio Meteorológico Nacional anticipa una primavera en el AMBA con temperaturas más altas de lo habitual y escasas precipitaciones. La tendencia se atribuye al fenómeno de El Niño, que sigue fortaleciéndose, y al impacto del cambio climático.
Según el último informe del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se prepara para una primavera con temperaturas por encima de lo normal y una notable reducción en las lluvias. Este pronóstico se alinea con las tendencias globales impulsadas por El Niño y el cambio climático, que ya comienzan a sentirse en la región.
El SMN y otros pronosticadores han advertido que durante los meses de septiembre, octubre y noviembre se experimentará un notable ascenso en las temperaturas. Desde este lunes 2 de septiembre, la tendencia será de calor en ascenso, con temperaturas que podrían superar los 30 grados a partir de la segunda semana del mes. Este aumento térmico estará acompañado por un marcado déficit en las precipitaciones, lo que podría traer consigo algunos desafíos, especialmente para las áreas rurales de la Pampa húmeda, donde una nueva sequía podría tener serias consecuencias.
El fenómeno de El Niño, actualmente fortaleciéndose en el Pacífico, es uno de los factores clave detrás de estas proyecciones. Sus efectos no solo se limitarán al AMBA, sino que también se harán sentir en otras partes del país y el mundo, incrementando la frecuencia y la intensidad de las olas de calor. En regiones como el suroeste de Estados Unidos, el sur de Europa y el norte de África, se prevé que los termómetros alcancen niveles extremos, poniendo en riesgo la salud pública y la infraestructura.
Este pronóstico subraya la creciente preocupación por el cambio climático y sus impactos en el planeta. Los expertos señalan que, aunque El Niño es un fenómeno natural, sus efectos se ven exacerbados por el calentamiento global. Con un verano aún más caluroso en el horizonte, se torna urgente que las autoridades y la población tomen medidas proactivas para mitigar estos desafíos. En el AMBA, se recomienda a los ciudadanos estar preparados para enfrentar temperaturas elevadas, asegurando el acceso a agua potable y evitando la exposición prolongada al sol en las horas pico. La situación actual debe servir como un llamado de atención para adoptar acciones más decisivas en la lucha contra el cambio climático, que ya está transformando nuestra forma de vivir.