La construcción pierde casi 100.000 puestos formales de trabajo en diez meses

La construcción, uno de los sectores más afectados por las políticas de ajuste implementadas por el gobierno de Javier Milei, enfrenta una crisis profunda y sostenida. Durante los últimos diez meses, la industria ha visto una disminución constante en el empleo formal, con una pérdida total de 95.891 puestos de trabajo. Según un informe del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC), en junio de este año, el sector contaba con 348.777 trabajadores registrados, lo que representa una caída del 0,4% en comparación con mayo.

El informe destaca que esta cifra coloca al empleo en la construcción entre los niveles más bajos de la serie histórica, superando apenas los registros de 2020 y 2021, años profundamente afectados por la pandemia de COVID-19. En términos interanuales, la reducción en el número de empleos formales fue del 21,2%, reflejando un panorama desalentador para una industria que, habitualmente, ha sido un motor clave para la economía nacional. Este fue el segundo peor junio de los últimos años, solo superado por el registro de 202.

El deterioro del empleo en la construcción sigue de cerca la caída en la demanda de Cemento Portland, que en el segundo trimestre del año experimentó una disminución interanual del 32%. Esta merma en la demanda se configura como la segunda más pronunciada desde 2004, solo superada por la correspondiente al segundo trimestre de 2020. Además, el IERIC resaltó que la ocupación en el segundo trimestre fue menor que en el primero, una tendencia que no coincide con la estacionalidad habitua

El salario promedio de los trabajadores registrados en la industria llegó en junio a $1.067.732,4, incluyendo el pago del medio aguinaldo. A pesar de que las remuneraciones nominales mostraron una expansión interanual del 246,7%, este incremento no fue suficiente para superar la inflación del 271,5% en el mismo período. Así, aunque hubo una recuperación parcial del poder adquisitivo, las condiciones de vida de los trabajadores del se.

Mientras la construcción enfrenta este escenario de crisis, otros sectores de la economía, como los extractivistas, muestran números más favorables. Sin embargo, la recesión y el incremento de la pobreza, la indigencia y el desempleo amenazan con profundizar el deterioro del aparato productivo del país. En un contexto de políticas que priorizan los intereses de una élite, el desarrollo de Argentina se ve comprometido por la falta de una industria fuerte y un mercado.