¿Existe la tormenta de Santa Rosa? La ciencia detrás del mito
Cada año, la tormenta de Santa Rosa genera expectativa en Argentina, pero ¿qué dice la ciencia sobre este fenómeno meteorológico y su veracidad?
El 30 de agosto es sinónimo de la tormenta de Santa Rosa para muchos argentinos. Este fenómeno, asociado con la celebración de Santa Rosa de Lima, se ha convertido en un mito popular que anticipa lluvias y tormentas intensas días antes o después de esta fecha. Sin embargo, la veracidad de este fenómeno ha sido cuestionada a lo largo del tiempo. ¿Es realmente una tormenta específica o solo una coincidencia climática? El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) decidió investigar.
La tormenta de Santa Rosa es un fenómeno que ha intrigado tanto a la población como a los meteorólogos. Según la tradición, esta tormenta ocurre dentro de los días cercanos al 30 de agosto, pero la falta de precisión sobre cuándo exactamente debería presentarse ha alimentado el mito. Para abordar este tema, el SMN decidió establecer parámetros más claros para analizar la frecuencia y características de este evento meteorológico.
En primer lugar, es importante definir qué constituye una tormenta. Según el glosario de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), una tormenta debe incluir actividad eléctrica. Esto implica que, para ser considerada como tal, debe haber relámpagos y truenos, además de la presencia de nubes convectivas (cumulonimbus) que suelen causar precipitaciones intensas, vientos fuertes y en ocasiones, granizo o nieve.
Cuando se analiza la frecuencia de la tormenta de Santa Rosa, se encuentran complicaciones. En regiones como la Patagonia, donde las tormentas son raras, la presencia de este fenómeno es escasa. Lo mismo ocurre en el Noroeste Argentino, donde la estación seca prevalece en esta época del año. Sin embargo, en el centro y noreste del país, donde las condiciones atmosféricas cambian con la proximidad de la primavera, es común que se desarrollen tormentas.
El SMN, basándose en datos del Observatorio Central Buenos Aires (OCBA) con más de 100 años de registros, analizó la ocurrencia de tormentas entre el 25 de agosto y el 4 de septiembre desde 1906 hasta 2023. Los resultados mostraron que en 67 de los 118 años estudiados (57% de los casos) se registraron tormentas en esas fechas. Sin embargo, no todas fueron intensas o abundantes, lo que sugiere que la «tormenta de Santa Rosa» no es necesariamente un evento extraordinario.