Desvinculaciones masivas en Volkswagen: 300 operarios despedidos en un contexto de crisis en la industria automotriz
Volkswagen Argentina desvinculó a 300 trabajadores en sus plantas de Pacheco y Córdoba, en medio de una caída del 24% en la producción automotriz. Exdelegados denuncian persecución antisindical mientras la empresa justifica la medida por la crisis en el mercado interno y externo.
La automotriz alemana Volkswagen, con presencia en Argentina a través de sus plantas en Pacheco y Córdoba, ha llevado a cabo la desvinculación de 300 operarios en el país. Estas desvinculaciones, que incluyen tanto despidos como retiros voluntarios, han generado una fuerte reacción en el ámbito gremial. Aunque la empresa se limitó a confirmar la adecuación de su estructura debido a la situación del mercado, evitó precisar la cifra exacta de afectados, lo que ha provocado aún más incertidumbre entre los trabajadores.
Según fuentes sindicales, Volkswagen había comenzado este proceso hace varios meses, ofreciendo retiros voluntarios a sus empleados. Sin embargo, la situación escaló, y muchos trabajadores que decidieron no aceptar las condiciones de retiro fueron finalmente despedidos. Un grupo de ex empleados, que se autodenomina «Trabajadores Despedidos de Volkswagen en Lucha por la Reincorporación», emitió un comunicado denunciando que estos despidos son parte de una estrategia para reorganizar la producción, a costa de los derechos laborales.
El comunicado señala que la planta de Pacheco, que produce 400 unidades diarias, no muestra signos de una crisis que justifique tales medidas. Para los despedidos, la verdadera intención detrás de esta reestructuración es incrementar las ganancias de la compañía a expensas de los trabajadores. La denuncia toma aún más fuerza al considerar el contexto de la industria automotriz en Argentina, que ha registrado una caída del 24% en la producción anual en comparación con 2023, y una reducción del 36% en las ventas internas de vehículos nacionales.
Además, se ha producido una caída del 14% en la exportación, lo que ha llevado a otras automotrices como Toyota, Renault, Nissan y General Motors a tomar medidas similares, incluyendo retiros voluntarios, recortes de empleos y suspensiones de personal.
Uno de los casos más emblemáticos entre los despedidos de Volkswagen es el de Javier Aparicio, exdelegado gremial, quien rechazó su despido por considerarlo discriminatorio y antisindical. Aparicio, vinculado a la izquierda sindical, también denunció la cesantía de trabajadores alineados con el diputado peronista Mario Manrique, actual secretario general adjunto del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA).
En medio de la crisis que atraviesa la industria automotriz, la situación en Volkswagen pone en evidencia no solo las dificultades del sector, sino también las tensiones internas entre la empresa y los gremios. Mientras tanto, los trabajadores afectados continúan su lucha por la reincorporación y por el respeto a sus derechos laborales.