Caída histórica en el consumo de carne vacuna: el nivel más bajo en 26 años
El consumo de carne vacuna en Argentina se desplomó un 14,1% en los primeros siete meses de 2024, alcanzando su punto más bajo desde 1998, en medio de una recesión y la pérdida de poder adquisitivo.
La carne vacuna, un elemento fundamental en la dieta argentina, está viendo una caída sin precedentes en su consumo. Según un informe reciente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), el consumo en los primeros siete meses de 2024 cayó un 14,1% en comparación con el mismo período del año anterior, situándose en el nivel más bajo de los últimos 26 años.
El informe de la CICCRA revela que durante este periodo se consumieron aproximadamente 1.248 millones de toneladas de carne vacuna, lo que representa una disminución de 205 millones de toneladas en comparación con el mismo período de 2023. Esta disminución no solo refleja la contracción del mercado interno, sino también la profunda crisis económica que atraviesa el país, marcada por una recesión y una significativa reducción del poder adquisitivo de los consumidores.
La producción de carne vacuna también ha sufrido una contracción, con una disminución del 8,8% en comparación con el año anterior, alcanzando 1.779 millones de toneladas en los primeros siete meses de 2024. Esta baja en la producción ha resultado en una menor oferta disponible en el mercado interno, lo que ha exacerbado la caída en el consumo.
A pesar de la caída en el consumo doméstico, las exportaciones de carne vacuna han mostrado un crecimiento. En lo que va del año, las exportaciones alcanzaron las 530,6 millones de toneladas, lo que representa un incremento del 7% respecto al mismo período de 2023. Esto se traduce en un aumento de casi 35 millones de toneladas exportadas en comparación con el año anterior. No obstante, la caída en la faena vacuna en julio de 2024, con una reducción del 3,1% en comparación con el mismo mes del año pasado, pone de manifiesto la difícil situación que atraviesa la industria frigorífica.
La recesión económica y la baja en el poder adquisitivo parecen estar cambiando los hábitos de consumo en el país, lo que podría tener implicaciones duraderas para la industria cárnica. La recuperación de la actividad frigorífica en julio, con un aumento mensual corregido por días laborables del 3,8%, ofrece un pequeño respiro, aunque insuficiente para revertir la tendencia a la baja en el consumo interno.
La alarmante caída en el consumo de carne vacuna en Argentina plantea serios desafíos para la industria y para el futuro del sector cárnico en el país. Con una economía en recesión y un poder adquisitivo debilitado, el panorama para los próximos meses sigue siendo incierto. La adaptación a estas nuevas realidades económicas será clave para que la industria pueda sostenerse en este contexto adverso.