El empleo volvió a caer en mayo: ya se perdieron más de 175.000 puestos formales en la era de Javier Milei

El empleo formal continúa en declive bajo la presidencia de Javier Milei, con una caída sostenida durante nueve meses consecutivos. Los sectores más afectados incluyen la construcción y el sector público.

La crisis laboral en Argentina se profundiza bajo el gobierno de Javier Milei, con una significativa pérdida de empleos formales en los últimos nueve meses. Según los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), publicados por la Secretaría de Trabajo, el país ha registrado una disminución de más de 175.000 puestos de trabajo formales desde la asunción de Milei en noviembre de 2023.

En mayo de 2024, la cantidad de asalariados en el sector privado, sumados a los empleados estatales y trabajadoras de casas particulares, alcanzó los 10,1 millones, lo que representa una baja de 20.300 empleos respecto al mes anterior. Esta caída, la novena consecutiva, ha llevado al mercado laboral argentino a su peor situación desde abril de 2023.

El impacto se distribuye de manera desigual entre los sectores. El sector privado sufrió una merma de 9.100 puestos, mientras que el sector público perdió 8.800 empleos, y las trabajadoras de casas particulares registraron una caída de 2.400 puestos. Estas cifras reflejan una pérdida porcentual más significativa en el empleo público y doméstico, dada su menor base de trabajadores en comparación con el sector privado.

Desde noviembre de 2023, los números son alarmantes: 123.123 puestos de trabajo menos en el sector privado, 36.900 en el sector público y 15.700 en el servicio doméstico, sumando un total de 175.746 empleos formales perdidos.

Desaceleración en algunos sectores, pero no en todos

Entre los sectores más afectados se encuentra la construcción, que ha visto la desaparición de 64.200 empleos en los últimos seis meses. La industria manufacturera y las actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler también han experimentado reducciones significativas en sus plantillas laborales. En contrapartida, sectores como el agro, hidrocarburos, minería y pesca han logrado sortear la recesión, experimentando un ligero crecimiento en el empleo gracias a un aumento en sus niveles de actividad.

Luis Campos, investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA, señaló que si bien el ritmo de destrucción de empleo se ha desacelerado, la situación sigue siendo preocupante. «Contra agosto de 2023, ya perdieron su puesto 156.224 trabajadores. En términos absolutos estamos en niveles similares a los de mediados de 2015», comentó Campos, quien también indicó que la industria manufacturera es ahora el foco de preocupación, dado que ha registrado caídas del 0,4% por tercer mes consecutivo.

Por otro lado, la cantidad de monotributistas y trabajadores autónomos registrados ha mostrado un incremento, lo que podría reflejar un cambio en la estructura laboral del país, donde cada vez más trabajadores optan o se ven obligados a optar por esquemas de trabajo independientes ante la falta de empleo formal.

La continua pérdida de empleos formales bajo la administración de Javier Milei plantea serias preocupaciones sobre la estabilidad del mercado laboral en Argentina. A medida que ciertos sectores experimentan una desaceleración en la destrucción de empleo, otros continúan enfrentando desafíos significativos. La capacidad del gobierno para revertir esta tendencia será crucial para el futuro económico y social del país, mientras miles de trabajadores luchan por mantener su sustento en un entorno cada vez más incierto.