Crisis en la industria yerbatera: consumo en su nivel más bajo en cinco años

La industria yerbatera enfrenta una "tormenta perfecta" debido a la desregulación y la caída del consumo, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (Cepa).

El consumo de yerba mate ha alcanzado su nivel más bajo en cinco años, en medio de una crisis provocada por la desregulación del sector y una serie de medidas que han desestabilizado la producción y comercialización del producto. Un informe reciente del Centro de Economía Política Argentina (Cepa) detalla la compleja situación que atraviesa la industria yerbatera, marcada por la importación de productos del exterior, bajos ingresos para los productores y una falta de regulación efectiva.

La industria yerbatera se encuentra en una situación crítica debido a los impactos de las medidas de desregulación implementadas tras la promulgación del Decreto 70/23. Este decreto desmanteló el funcionamiento del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym), afectando profundamente la estructura productiva y comercial de la yerba. Un informe del Cepa, publicado este jueves, analiza detalladamente la situación del sector.

El DNU 70/23 derogó la ley N°27.114, que regulaba la creación de establecimientos para el Régimen de Envasado en Origen, y modificó la ley 25.564 vinculada a la yerba mate, la cual establecía el funcionamiento del Inym. Esta medida eliminó los acuerdos semestrales entre los distintos sectores del Inym, que regulaban el precio de la materia prima basado en el precio promedio de venta al consumidor. Aunque la justicia dictaminó la continuidad de la entidad yerbatera, el Poder Ejecutivo Nacional no ha nombrado nuevas autoridades, impidiendo la convocatoria a reuniones y la fijación de precios entre productores y empresas.

Según el informe del Cepa, unos 12,000 pequeños productores están involucrados en la producción primaria de yerba mate, mientras que la cuenca productora cuenta con 228 secaderos registrados y 105 industrias molineras y fraccionadoras. Las diez principales empresas de producción industrial de yerba concentran el 72.7% del mercado, destacando Las Marías, Liebig y Santa Ana, que representan el 41% del mercado con diversas marcas y presentaciones.

El Inym jugaba un papel crucial en la discusión del precio de la materia prima y en la regulación de la cantidad de hectáreas permitidas para plantar, facilitando la participación de los pequeños productores. Sin embargo, la desregulación del precio ha permitido a las industrias procesadoras decidir arbitrariamente el pago a los productores, sin una referencia que garantice la cobertura de costos.

El informe del Cepa también destaca que el productor solo capta el 5.8% del precio de venta en góndola, un 3.1% menos que en junio de 2023. El valor del kilogramo de hoja verde debería ser de $396, un aumento del 52% respecto al precio actual de $370. Los productores reclaman un valor de $505 por kilogramo, lo que equivaldría al 11% del precio de góndola y un aumento del 94% en relación al precio vigente.

La «tormenta perfecta» que afecta a la industria yerbatera es producto de la desregulación del precio y del sistema de producción y comercialización, la apertura de importaciones y la caída del consumo. El informe del Cepa señala que la importación de yerba mate ha aumentado un 394% en los últimos seis meses, con 7.18 millones de kilogramos provenientes de Paraguay y Brasil, que llegan al mercado interno a precios más bajos debido a la reducción de impuestos por 120 días para productos de primera necesidad.

El consumo de yerba mate también se ha visto afectado, con un volumen de yerba elaborada a salida de molino de 19.9 toneladas en junio de 2024, un 15.0% menos que en junio de 2023 y el valor más bajo en seis años. La crisis en la industria yerbatera continúa, y las medidas necesarias para estabilizar el sector y proteger a los pequeños productores siguen siendo un desafío urgente para las autoridades y los actores involucrados.