Alarma en la región núcleo: la siembra de maíz podría desplomarse un 30%

La amenaza de la chicharrita y la incertidumbre climática provocan una drástica caída en la intención de siembra de maíz en la región núcleo, según la Bolsa de Comercio de Rosario.

La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) ha emitido un informe preocupante: la intención de siembra de maíz en la región núcleo podría disminuir un 30% en la presente campaña. Las principales razones son el temor a la plaga de la chicharrita, la posibilidad de escasas lluvias y los bajos precios de cosecha.

Según el último informe de la BCR, las encuestas realizadas a productores revelan caídas en la intención de siembra que oscilan entre el 10% y el 60%, en comparación con el año pasado. La diferencia con la campaña anterior es notoria, y la falta de venta de insumos y operaciones refleja un clima de incertidumbre.

Entre los principales factores que inciden en esta tendencia se encuentran la posible falta de lluvias en septiembre, el fenómeno de La Niña, y la amenaza de la chicharrita, un insecto que ha causado serios daños en las cosechas. Los precios actuales de la cosecha tampoco ofrecen márgenes atractivos para los productores.

No obstante, los técnicos de la BCR no descartan un cambio positivo si las condiciones mejoran. La región núcleo, históricamente conocida por su alta productividad, enfrenta un escenario complejo donde las decisiones de los productores están marcadas por la cautela.

Región centro y maíz en jaque Las declaraciones recogidas por la BCR de diferentes localidades muestran un panorama sombrío. En Carlos Pellegrini, se anticipa una reducción del 50% en el área destinada al maíz respecto al año pasado. En María Susana, la caída proyectada es del 60%. En el sur de Santa Fe, específicamente en Bombal, se espera una reducción del 10% al 15%, aunque allí se observa un leve movimiento en las ventas diarias.

Desde Río Tala, los informes indican que los productores están comprando solo lo necesario para el día a día, sin realizar grandes compras de pre-campaña como en años anteriores. Los técnicos regionales resaltan dos factores determinantes: el miedo a la chicharrita y los precios poco alentadores en cosecha.

El año pasado, un 35% del maíz sembrado fue tardío, y durante el fenómeno de la “3ra Niña”, la siembra tardía fue la única opción viable. Este año, sin embargo, los productores descartan esta posibilidad debido al daño causado por la chicharrita, lo que limita severamente sus opciones.

La región núcleo se encuentra en una encrucijada, con factores climáticos y biológicos que desafían la producción de maíz. La caída en la intención de siembra refleja la incertidumbre y los riesgos que enfrentan los agricultores. La BCR continúa monitoreando la situación, a la espera de mejoras que puedan revertir esta tendencia negativa. Los productores, por su parte, deberán adaptarse y tomar decisiones estratégicas para navegar en este escenario adverso.