Propinas obligatorias en Argentina: una medida controvertida que podría afectar el consumo
La propuesta del gobierno para incluir propinas obligatorias en las facturas de bares y restaurantes ha generado debate. Aunque se pretende mejorar los salarios de los trabajadores, los críticos advierten que la medida podría disuadir el consumo y aumentar los costos operativos.
La reciente propuesta del gobierno argentino de hacer obligatorias las propinas en las facturas de bares y restaurantes ha generado una gran controversia. Mientras que la iniciativa, liderada por el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, busca formalizar el pago de propinas para mejorar los salarios de los trabajadores, hay voces que señalan que esta medida podría tener un impacto negativo en el consumo y en el sector gastronómico en general.
La inclusión obligatoria de un 10% adicional en las facturas ha sido recibida con escepticismo por parte de los empresarios y algunos consumidores. Luis Barrionuevo, titular de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la Argentina (UTHGRA), ha sido un firme defensor de esta medida desde 2019. Sin embargo, los críticos argumentan que obligar a los clientes a pagar una propina podría disuadir el consumo en un momento en que la economía está en crisis.
El sector gastronómico ya enfrenta múltiples desafíos, incluidos el aumento de costos operativos y la caída en la afluencia de clientes debido a la inflación y la recesión económica. La obligatoriedad de la propina podría ser vista por muchos consumidores como una imposición injusta, afectando su disposición a frecuentar estos establecimientos. Además, los dueños de bares y restaurantes se verán obligados a reajustar sus sistemas de facturación, lo que incrementará los costos administrativos y operativos.
«Esta medida no toma en cuenta la delicada situación económica de muchos consumidores. En lugar de incentivar el consumo, podría tener el efecto contrario, haciendo que las personas piensen dos veces antes de salir a comer afuera», señaló un empresario del sector.
A nivel internacional, hay ejemplos de países que han implementado propinas obligatorias con resultados mixtos. En Brasil, donde se añade un 10% adicional bajo el concepto de “servicio”, y en Francia, donde el servicio generalmente está incluido en la cuenta (service compris), la aceptación varía. En Estados Unidos, aunque la propina no es obligatoria, es una práctica culturalmente arraigada dejar entre un 15 y 20% del total de la cuenta. Sin embargo, algunos restaurantes han enfrentado reacciones adversas cuando se ha intentado imponer la propina de manera automática, especialmente en grupos grandes.