La desigualdad aumentó en el primer cuatrimestre del gobierno de Milei y alcanza niveles del 2006

Durante los primeros meses del gobierno de Javier Milei, la desigualdad en Argentina se ha disparado a niveles no vistos desde 2006. La recesión económica, el aumento del desempleo y la pobreza son factores clave detrás de este preocupante fenómeno.

La gestión del nuevo presidente argentino, Javier Milei, ha generado un notable incremento en la desigualdad social durante su primer cuatrimestre de gobierno. Según un reciente informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), la brecha de ingresos entre los sectores más ricos y más pobres ha alcanzado niveles alarmantes, evocando los tiempos de la crisis de 2006.

En su primer cuatrimestre en el poder, el gobierno de Javier Milei ha sido testigo de un aumento significativo en la desigualdad económica en Argentina. Según el informe de distribución del ingreso elaborado por el Indec, el coeficiente de Gini, que mide la desigualdad en la distribución de ingresos, se elevó a 0,467. Este es el nivel más alto desde el segundo trimestre de 2020, cuando la pandemia de COVID-19 estaba en su apogeo.

El informe revela que el sector de mayores ingresos percibe 15 veces más que la población de menor ingreso per cápita por familia. Esta disparidad refleja una profunda crisis económica caracterizada por la recesión, el aumento del desempleo y la pobreza. Durante el primer trimestre de 2024, la suma total de ingresos para el total de la población de referencia fue de $6.915.757 millones, lo que representó un incremento de 198,4% en relación con igual trimestre de 2023. Sin embargo, la media del ingreso para los asalariados fue de $361.445, una cifra que muestra una desconexión con el costo de vida real.

La clase media también ha sido gravemente afectada, con un ingreso promedio de $202.442, mientras que la canasta básica total, el umbral mínimo para no ser considerado pobre, fue de $250.000 en marzo. Esta situación pone de manifiesto la creciente vulnerabilidad de amplios sectores de la población argentina.

El acaparamiento de la riqueza por parte de los sectores más acomodados es otra de las preocupantes revelaciones del informe. El 10% de los hogares con mayores ingresos concentró el 27% del total del ingreso en el primer trimestre de 2024, mientras que el decil más pobre apenas concentró el 2,8% de los ingresos generados en el país. Esto significa que el sector más rico de la población percibe 15 veces más que el sector más pobre.

El coeficiente de Gini, que mide la desigualdad en una escala de 0 a 1 (donde 0 representa la perfecta igualdad y 1 la máxima desigualdad), subió a 0,467 en el primer trimestre de 2024 desde 0,446 en el mismo trimestre de 2023. Este aumento significativo en la desigualdad es comparable con los niveles observados en 2006, y también durante la crisis económica del 2002, cuando el coeficiente de Gini alcanzó 0,538.

El último trimestre del año suele mostrar una mejora estacional debido al pago de aguinaldos, pero el contexto actual sugiere que la desigualdad seguirá en aumento. El panorama se torna aún más desolador cuando se considera que los niveles de desigualdad actuales son los más altos desde los peores momentos de la pandemia, un periodo caracterizado por una contracción económica global y altos niveles de incertidumbre.

El experimento libertario de Milei, que busca aplicar políticas económicas radicales y que él mismo espera lo lleven a ganar un Nobel, está generando resultados contrarios a sus promesas de prosperidad. La estrategia de Milei ha sido criticada por numerosos economistas y expertos que advierten sobre los riesgos de una liberalización económica sin un adecuado marco de contención social.

La creciente desigualdad en Argentina bajo el gobierno de Javier Milei plantea serios desafíos para la cohesión social y la estabilidad económica del país. Con niveles de desigualdad comparables a los de la crisis de 2006, el gobierno enfrenta una encrucijada: continuar con su agenda libertaria o buscar soluciones que mitiguen los impactos negativos en los sectores más vulnerables de la sociedad.