El Papa Francisco critica la retención de alimentos por parte del gobierno de Milei
El Pontífice manifiesta su indignación ante la creciente vulnerabilidad de los sectores más desprotegidos
En un contexto de creciente vulnerabilidad para niños y jubilados, el Papa Francisco expresó su malestar ante la retención de cinco mil toneladas de alimentos por parte del gobierno de Javier Milei. Durante una audiencia con dirigentes sindicales, el pontífice enfatizó la gravedad de esta situación y subrayó la urgencia de distribuir estos recursos a quienes más lo necesitan.
La indignación de Francisco
El Papa Francisco no ocultó su indignación por el hallazgo de una vasta cantidad de alimentos sin distribuir, especialmente en un momento crítico para los sectores más desprotegidos de la sociedad. En una audiencia con una veintena de dirigentes sindicales, el pontífice destacó que la retención de estos alimentos en los depósitos del ministerio de Capital Humano es inaceptable, y enfatizó la necesidad de actuar con prontitud para mitigar la creciente vulnerabilidad de los niños y jubilados.
Encuentro con sindicalistas
La audiencia con los sindicalistas formó parte de un proyecto coordinado por la Universidad del Salvador (USAL) para la entrega de alimentos a comedores comunitarios. Entre los asistentes se encontraban destacados dirigentes como José Voytenco (Uatre), Guillermo Moser (Luz y Fuerza), Cristian Jerónimo (empleados del vidrio), y Juan Pablo Brey (aeronavegantes), entre otros. Estos encuentros también coincidieron con la participación de los gremialistas en la cumbre anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Participación en la cumbre de la OIT
La presencia de los sindicalistas en la cumbre de la OIT subraya la importancia de los temas discutidos, particularmente en lo que respecta a la legislación laboral y la justicia social. Además, durante su visita, Francisco se reunió con Gerardo Martínez y otros representantes del sector petrolero, destacando la relevancia de estos encuentros para abordar temas cruciales para el país.
La Ley Bases y el debate sobre Aerolíneas Argentinas
El tratamiento de la Ley Bases en el Congreso argentino fue otro punto destacado en las reuniones. La sanción de esta ley fue un tema central, y durante las audiencias, Francisco llegó a fotografiarse con banderas de Aerolíneas Argentinas, en un gesto simbólico relacionado con los debates sobre la eventual privatización de la compañía.
Proyecto «Hambre Cero en Argentina»
Durante el encuentro, José Voytenco presentó al Papa un proyecto denominado «Hambre cero en Argentina». Este proyecto, basado en un trabajo conjunto entre productores de alimentos y sindicatos, busca aprovechar la capilaridad de estas organizaciones para combatir el hambre en todo el país. La iniciativa fue bien recibida por el pontífice, quien ha sido un ferviente defensor de la lucha contra el desperdicio de alimentos.
Denuncia del desperdicio de alimentos
Francisco ha sido enfático en su denuncia del desperdicio de alimentos. En septiembre pasado, declaró que «el desperdicio de alimentos es tan funesto como la tragedia del hambre» y lo describió como «una afrenta a los pobres». El pontífice ha instado a una mayor solidaridad y justicia en la distribución de los recursos alimentarios, subrayando que «el alimento que arrojamos a la basura lo arrancamos inicuamente de las manos de quienes carecen del mismo».
La voz del Pontífice como llamado a la acción contra la injusticia alimentaria
El Papa Francisco ha vuelto a poner de relieve la urgencia de abordar la crisis alimentaria y la injusticia del desperdicio de alimentos. Su llamado a la acción resuena fuertemente en un momento en que la vulnerabilidad de los sectores más desprotegidos sigue en aumento. La retención de alimentos por parte del gobierno de Javier Milei ha generado una indignación justificada, y la iniciativa «Hambre cero en Argentina» ofrece una esperanza tangible para mitigar esta problemática. En última instancia, la voz del pontífice sirve como un recordatorio poderoso de nuestra responsabilidad colectiva para asegurar que nadie pase hambre en un mundo de abundancia.