El Gobierno cortará el gas natural a industrias para priorizar hogares y comercios
Ante la llegada anticipada de una ola polar, el Gobierno ha decidido cortar el suministro de gas natural a ciertas industrias para asegurar el abastecimiento a hogares y comercios. La medida busca evitar apagones y faltantes de energía eléctrica en un contexto de demanda energética en alza.
El directores comerciales de diversas empresas distribuidoras y transportistas de gas se reunieron para determinar a quiénes se les «bajaría la palanca». La decisión fue tomada en respuesta a órdenes gubernamentales que buscan empezar con los cortes de gas natural en las industrias para evitar problemas de suministro en medio de una ola polar adelantada que ha duplicado la demanda. Industrias de alta demanda como las madereras, de cerámica y plásticos serán las primeras en sufrir estos recortes.
Ola polar y aumento de la demanda
La llegada inesperada de una ola polar ha provocado un aumento significativo en el consumo de gas natural. La demanda prioritaria, compuesta por hogares y comercios, ha alcanzado casi 80 millones de metros cúbicos diarios, muy por encima de los 45 millones habituales para el mes de mayo. Esta situación ha tomado por sorpresa a la Secretaría de Energía, que había pronosticado la llegada de las bajas temperaturas para la primera semana de junio.
Para enfrentar esta emergencia, Cammesa, la empresa encargada del despacho de energía, ha licitado de urgencia la compra de 12 cargamentos de fueloil y gasoil. Esta medida busca compensar el aumento del consumo de gas y evitar la caída en la presión de los gasoductos, que podría provocar cortes de energía eléctrica.
Impacto en las industrias
El recorte del suministro de gas afectará a diversas industrias, especialmente aquellas con alta demanda energética. Sectores como el maderero, de cerámica y plásticos verán interrumpido su acceso al gas natural, afectando significativamente sus procesos productivos. En Córdoba, varias industrias ya han recibido órdenes de interrumpir el consumo de gas, según confirmó un directivo de la Unión Industrial de Córdoba (UIC).
La falta de gas también ha comenzado a impactar en las estaciones de servicio de Gas Natural Comprimido (GNC) con contratos interrumpibles. Estas estaciones han visto reducidos sus suministros, complicando aún más la situación en el sector energético.
Medidas de emergencia y prevención de apagones
La decisión de cortar el suministro de gas a las industrias es vista como una medida preventiva para evitar un escenario aún más grave. Si no se tomaran estas medidas, la caída en la presión de los gasoductos podría obligar a cortes de energía eléctrica, lo que tendría un impacto aún mayor en la vida cotidiana y en la economía del país.
La situación de emergencia actual ha sido provocada por temperaturas inusualmente bajas para esta época del año. Ante esta realidad, el Gobierno ha decidido priorizar el suministro de gas a los hogares y comercios, considerados como demanda prioritaria. Esta decisión busca asegurar que la población tenga acceso al gas necesario para calefaccionarse y que los comercios puedan seguir operando sin interrupciones.
Reacciones y consecuencias
Las reacciones a esta medida no se han hecho esperar. Representantes de las industrias afectadas han expresado su preocupación por el impacto que estos recortes tendrán en su producción y en la economía en general. La Unión Industrial de Córdoba (UIC) ha manifestado que varias empresas ya están registrando problemas debido a la falta de fluido en el sistema.
Por otro lado, desde el Gobierno defienden la medida como necesaria y urgente para evitar una crisis energética mayor. «Entendemos las dificultades que esto representa para las industrias, pero nuestra prioridad en este momento es asegurar que los hogares y comercios tengan el suministro necesario para enfrentar esta ola de frío», señaló un portavoz de la Secretaría de Energía.
Un balance necesario entre prioridades energéticas y productivas
La decisión del Gobierno de cortar el suministro de gas natural a ciertas industrias para priorizar a los hogares y comercios es una medida extrema pero necesaria en el contexto de una ola polar adelantada y un aumento significativo en la demanda de gas. Mientras las industrias afectadas se preparan para enfrentar los desafíos que esto implica, el Gobierno y las empresas energéticas trabajan para asegurar que el impacto en la población sea el menor posible.
El escenario actual resalta la importancia de una planificación energética robusta y la necesidad de estar preparados para situaciones imprevistas. En un contexto de cambios climáticos y demandas energéticas variables, las decisiones tomadas hoy tendrán un impacto duradero en la estabilidad y seguridad energética del país.