Crisis y recesión: Se desploma el consumo de leche y derivados con aumentos de más del 100%
La cadena láctea enfrenta una grave crisis debido a la inflación y la caída de los ingresos. El consumo de leche y sus derivados se desploma con aumentos que superan el 100% desde la llegada de Javier Milei al gobierno.
La crisis económica en Argentina ha golpeado duramente a los consumidores, especialmente en lo que respecta al consumo de productos lácteos. La inflación descontrolada y la caída de los ingresos han provocado un desplome en el consumo de leche y sus derivados, con aumentos de precios que superan el 100% en algunos casos. La situación afecta a millones de familias que ven cómo productos básicos se vuelven cada vez más inaccesibles.
Impacto de la inflación en el consumo
El último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) muestra que el rubro de alimentos y bebidas acumuló un aumento del 59,9% en el primer cuatrimestre del año. Sin embargo, los productos lácteos y los huevos se incrementaron un 88,2%, casi 30 puntos más. Este aumento desmedido refleja la brecha de precios que se agranda cada vez más, afectando a los sectores populares.
Según datos del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), los productos lácteos representan el 10% del total de gastos en alimentos y bebidas de los hogares y el 4,4% del total de gastos. En términos de frecuencia de compra, el 53,4% de las familias compra leche una vez por semana, el 48% adquiere quesos semanalmente, el 38% yogur y el 20% manteca. Argentina, con 190 litros por habitante por año, es el país con el mayor consumo de lácteos de la región.
Aumentos de precios
Para entender el impacto en la microeconomía diaria, basta con revisar los precios desde la difusión de los datos del balotaje en 2023 hasta la fecha:
- Leche fresca entera en sachet litro: En noviembre costaba $457,10 y en abril pasó a $1.276,28 (aumento del 179,2%).
- Leche en polvo entera 800 g: En noviembre costaba $3.207,57 y en abril pasó a $7.566,25 (aumento del 135%).
- Queso cremoso kg: En noviembre costaba $3.115,09 y en abril pasó a $8.152,20 (aumento del 161,7%).
- Queso pategrás kg: En noviembre costaba $5.488,53 y en abril pasó a $14.128,38 (aumento del 157,4%).
- Queso sardo kg: En noviembre costaba $5.640,91 y en abril pasó a $14.302,32 (aumento del 153,5%).
- Manteca 200 g: En noviembre costaba $1.064,69 y en abril pasó a $2.487,20 (aumento del 133,6%).
- Yogur firme 195 cc: En noviembre costaba $600,79 y en abril pasó a $1.339,04 (aumento del 122,8%).
- Dulce de leche 400 g: En noviembre costaba $941,87 y en abril pasó a $2.229,21 (aumento del 136,6%).
Análisis del sector
El director ejecutivo de OCLA, Jorge Giraudo, analizó el panorama del sector en relación a los costos que paga el consumidor. «Vemos el diferencial grande entre los precios mayoristas y minoristas. Con el shock inflacionario y devaluatorio, cayó casi un 15% en productos de valor agregado, especialmente», explicó Giraudo.
El acumulado del primer trimestre del año mostró una caída del 18,7% en volumen de productos y del 15,2% en litros de leche equivalentes (-16,1% en el promedio diario). Esta disminución refleja la crisis profunda que atraviesa el sector lácteo y cómo la depresión de ingresos ha afectado el consumo.
Un futuro incierto para el consumo de lácteos
La situación actual de la economía argentina plantea serios desafíos para los consumidores y el sector lácteo. Los aumentos desmedidos de precios y la caída de los ingresos están llevando a un desplome en el consumo de leche y sus derivados, productos esenciales para la dieta diaria. La cadena láctea, completamente disminuida ante el brutal impacto de la inflación, enfrenta un futuro incierto.
El gobierno de Javier Milei, enfocado en cumplir con las metas fiscales del FMI, debe considerar urgentemente políticas que alivien la carga sobre los sectores más vulnerables. Sin medidas efectivas, la crisis continuará profundizándose, afectando no solo la economía, sino también la salud y el bienestar de millones de argentinos.