La importancia de la alimentación de los adultos mayores para prevenir enfermedades

La nutrición adecuada en la tercera edad es crucial para prevenir enfermedades y mejorar la calidad de vida. Un estudio de la Universidad Juan Agustín Maza revela datos alarmantes sobre la incidencia de problemas de salud relacionados con la alimentación en mayores de sesenta años.

La alimentación de los adultos mayores juega un papel esencial en la prevención de enfermedades y la mejora de la calidad de vida. Un estudio reciente llevado a cabo por profesionales de la Nutrición de la Universidad Juan Agustín Maza ha puesto en evidencia la importancia de este tema. La investigación incluyó a 103 hombres y mujeres mayores de sesenta años y reveló datos preocupantes sobre la relación entre la alimentación y la salud en esta franja etaria.

El envejecimiento trae consigo una serie de cambios fisiológicos, sociales y emocionales que afectan directamente el estilo de vida del adulto mayor. Estos cambios pueden aumentar el riesgo de desarrollar diversas patologías si no se lleva una dieta adecuada. El estudio descriptivo realizado por la Universidad Maza se enfocó en analizar diversos factores que impactan en la salud nutricional de los adultos mayores, desde variables sociodemográficas y antropométricas hasta comorbilidades e indicadores dietéticos.

Problemas de peso en la tercera edad

Los resultados del estudio mostraron que aproximadamente el 65% de los encuestados presentó problemas relacionados con su peso. De estos, el 51,5% tenía exceso de peso, ya sea obesidad o sobrepeso, y el 13,6% tenía peso insuficiente. Además, el 70,9% evidenció altos valores de circunferencia de la cintura, un indicador de riesgo para enfermedades cardiovasculares.

La sarcopenia, que es la pérdida de masa y fuerza muscular, afectó al 6% de los participantes, mientras que el 1,9% mostró una disminución de la reserva proteica calórica. Estos datos son alarmantes ya que tanto el exceso de peso como la pérdida de masa muscular son factores que contribuyen significativamente a la disminución de la calidad de vida en la tercera edad.

Deficiencias nutricionales

El estudio también reveló que solo el 25,2% de los participantes tenía un consumo adecuado de proteínas. Las deficiencias en la ingesta de vitaminas y minerales fueron notorias, especialmente en vitaminas B6, B12, D, calcio, zinc, cobre, hierro y magnesio. La deficiencia más marcada fue la de vitamina D y calcio, esenciales para la salud ósea y la prevención de osteoporosis.

Patologías prevalentes

Entre las patologías prevalentes en la población estudiada se encontraron la hipertensión arterial (52,4%), la artrosis (38,8%), la diabetes (26,2%), la dislipidemia (21,4%) y el síndrome de apnea obstructiva del sueño (11,7%). Estas enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) están estrechamente vinculadas con estilos de vida poco saludables, incluyendo una dieta rica en hidratos de carbono refinados, azúcares agregados, grasas saturadas y sal.

Causas del deterioro nutricional

Nazarena Asús, licenciada en Nutrición y docente de la Universidad Maza, explicó que el deterioro nutricional en los adultos mayores puede deberse a múltiples factores. Estos incluyen cambios sensoriales (pérdida de gusto, vista, olfato, audición) que disminuyen el interés por la comida, alteraciones en la cavidad oral (pérdida de dientes, uso de prótesis) que dificultan la masticación, y cambios en el aparato digestivo, neurológico, sistema inmune y osteoarticular.

Además, la disminución de la masa muscular y la actividad física con el envejecimiento reduce el requerimiento energético, pero aumenta la necesidad de proteínas. El estudio destacó que muchos adultos mayores no logran cubrir sus necesidades proteicas, lo que agrava el deterioro muscular y la sarcopenia.

Impacto socioeconómico

Los factores socioeconómicos también juegan un papel crucial en la calidad de la alimentación. La accesibilidad a alimentos nutritivos puede estar limitada por la situación económica, lo que afecta negativamente el estado nutricional de los adultos mayores.

Sobrepeso y peso insuficiente

La prevalencia de obesidad en adultos mayores ha aumentado significativamente en los últimos años. Según la 4° Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, el 70% de las personas de 65 años o más presentan exceso de peso, con un 42% de sobrepeso y un 28% de obesidad. Estos datos concuerdan con los hallazgos del estudio de la Universidad Maza.

Por otro lado, la pérdida de peso en los adultos mayores puede deberse a múltiples causas, conocidas como las “9D”: demencia, depresión, enfermedad aguda o crónica, disfagia, disgeusia, diarrea, fármacos, problemas dentales y discapacidad funcional.

Depresión y alimentación

El estudio también reveló que el 14,6% de los participantes presentó depresión probable y el 6,8% depresión severa. La soledad y el aislamiento son factores significativos que pueden llevar a la malnutrición tanto por déficit como por exceso. Preparar y consumir alimentos puede ser un desafío emocional y físico para muchos adultos mayores, exacerbando los problemas nutricionales.