Industricidio y recesión: La capacidad instalada de la industria sigue en declive

El uso de la capacidad instalada industrial continúa en caída, con la mitad de las fábricas operando al mínimo

La industria argentina enfrenta un panorama desalentador: según el último informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), el uso de la capacidad instalada industrial se encuentra en un preocupante 53,4%. Este descenso sostenido durante los últimos 12 meses refleja una crisis profunda, con muchas fábricas operando con la mitad de sus máquinas apagadas. Esta situación, que algunos califican como «industrícidio», es un síntoma claro de la recesión que azota al país.

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) ha publicado datos alarmantes: de cada 100 máquinas disponibles en el sector industrial argentino, solo 53 están en funcionamiento. Este índice de utilización de la capacidad instalada, correspondiente al mes de marzo, ha caído 14 puntos en comparación con el mismo período del año anterior, cuando se situaba en el 67,3%. Esta disminución constante durante los últimos 12 meses señala un claro retroceso en la actividad industrial.

Sectores con diferente nivel de afectación

El informe del Indec desglosa el nivel de utilización de la capacidad instalada por bloques sectoriales, mostrando que algunos sectores aún superan el promedio general. Entre ellos, la refinación del petróleo alcanza un 80,0%, las sustancias y productos químicos un 64,9%, el papel y cartón un 63,5%, y los productos alimenticios y bebidas un 54,5%.

Sin embargo, varios sectores se encuentran por debajo del promedio, reflejando un deterioro significativo. La industria automotriz opera al 50,8% de su capacidad, los productos del tabaco al 50,5%, las industrias metálicas básicas al 50,0%, edición e impresión al 48,3%, productos minerales no metálicos al 47,2%, productos de caucho y plástico al 44,1%, productos textiles al 38,5%, y la metalmecánica excepto automotores al 38,0%.

El Impacto en la Industria Metalúrgica

La caída en la utilización de la capacidad instalada es particularmente notable en las industrias metálicas básicas y la metalmecánica excepto automotores, con una disminución considerable en comparación con marzo del año pasado. La Cámara Argentina del Acero reportó que la producción de acero crudo cayó un 41,5% en abril, mientras que los laminados terminados en caliente experimentaron una disminución interanual del 47,0% en marzo.

La industria metalmecánica, excluyendo la automotriz, muestra una utilización de capacidad instalada del 38,0% en marzo, significativamente inferior al 57,3% registrado en el mismo mes del año anterior. Este descenso se atribuye principalmente a la menor fabricación de maquinaria agropecuaria y aparatos de uso doméstico.

Factores Detrás del Declive

El documento del Indec detalla que la fabricación de maquinaria agropecuaria ha caído un 48,7% interanual en marzo, mientras que la producción de aparatos de uso doméstico ha disminuido un 42,4%. Estos descensos reflejan la falta de inversión y demanda en sectores clave para la economía argentina.

El contexto macroeconómico del país, caracterizado por una alta inflación, una moneda debilitada, y la falta de acceso a crédito, ha exacerbado la crisis industrial. Las políticas económicas actuales no han logrado revertir la tendencia negativa, y las expectativas para el futuro cercano no son alentadoras.

Perspectivas y Soluciones

La situación de la industria argentina requiere medidas urgentes y efectivas para evitar un colapso mayor. Los expertos sugieren que es fundamental implementar políticas que fomenten la inversión y mejoren las condiciones de financiamiento para las empresas. Asimismo, es crucial impulsar la competitividad y la innovación en el sector industrial para adaptarse a los desafíos actuales.

El gobierno debe trabajar en conjunto con los sectores productivos para desarrollar un plan estratégico que permita reactivar la producción y aumentar la utilización de la capacidad instalada. La colaboración público-privada, junto con incentivos fiscales y programas de apoyo a la industria, podría ser una vía efectiva para revertir la tendencia negativa.

El descenso continuo en la utilización de la capacidad instalada de la industria argentina es un reflejo claro de la recesión que atraviesa el país. Con más de la mitad de las fábricas operando por debajo de su potencial, el futuro de la industria depende de la implementación de políticas que promuevan la inversión y mejoren las condiciones económicas generales.

La recuperación de la industria es vital para el crecimiento económico y el bienestar social de Argentina. Solo a través de un esfuerzo concertado entre el gobierno, las empresas y la sociedad se podrá revertir esta tendencia y evitar un daño irreparable a uno de los pilares de la economía nacional.