La gripe aviar llega a la Antártida: pingüinos y cormoranes infectados
Expertos advierten sobre el hallazgo del virus H5N1 en aves marinas, aumentando el riesgo para las especies en peligro de extinción en la Antártida.
En febrero, se detectó el primer caso de gripe aviar en aves marinas skúas muertas cerca de la base antártica Primavera, de Argentina. Ahora, una reciente expedición científica confirma la presencia del virus H5N1 en pingüinos y cormoranes, aumentando las preocupaciones sobre la salud de la vida silvestre en el continente blanco.
La detección se realizó gracias a una expedición científica por los mares de la Antártida, liderada por el Instituto Antártico Chileno (INACH). Durante la investigación, se identificaron nueve casos positivos en pingüinos de Adelia y uno en cormorán antártico, según Fabiola León, investigadora postdoctoral de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
León señaló que esta es la primera vez que se reporta la presencia del virus H5N1 en pingüinos y cormoranes antárticos, lo que representa un riesgo significativo para las especies en peligro de extinción que habitan la región.
La alta capacidad de dispersión de las aves migratorias y el comportamiento gregario de las colonias reproductivas de pingüinos son factores de riesgo para la propagación del virus, según los expertos. Las muestras fueron obtenidas en trece sitios de reproducción a lo largo de la península Antártica y la costa occidental del continente blanco.
Este hallazgo resalta la importancia de la investigación de la salud de la vida silvestre en la Antártida y la necesidad de tomar medidas para proteger a las especies vulnerables. La detección del virus en pingüinos y cormoranes marca un hito en este campo y subraya la urgencia de abordar la amenaza que representa la gripe aviar para la vida silvestre en la región.
El Instituto Antártico Chileno, en colaboración con el Instituto Milenio Biodiversidad de Ecosistemas Antárticos y Subantárticos y otros equipos de investigación internacionales, continuará monitoreando la situación y trabajando en medidas de prevención para proteger la salud de la vida silvestre en la Antártida.