Aumento en combustibles: Nuevo golpe para el bolsillo de los argentinos
A partir del viernes, los precios de las naftas experimentarán un aumento del 3% al 4% debido a la actualización del impuesto a los combustibles. Conoce los detalles y posibles impactos.
Desde el próximo viernes, los argentinos sentirán un golpe en sus bolsillos al cargar nafta, ya que se implementará una actualización en el impuesto a los combustibles líquidos, según lo establecido por la AFIP a solicitud del Ministerio de Economía. Este ajuste, que estaba pendiente desde julio de 2021, promete generar un impacto del 3% al 4% en el precio final de los carburantes a nivel nacional.
La actualización afectará principalmente al Impuesto al Combustible Líquido (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC), que habían permanecido congelados durante 10 trimestres consecutivos bajo la administración de Alberto Fernández. Con el aumento previsto para marzo, se espera que estos impuestos experimenten un incremento del 50%, según estimaciones del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF). Esto podría traducirse en un aumento cercano al 4% en los precios de las naftas a nivel nacional.
El impuesto de monto fijo, que antes era de $65 por litro, se elevará a $98, marcando un aumento significativo del 50%. No obstante, existe la posibilidad de que las empresas petroleras apliquen incrementos adicionales para cubrir sus costos y restablecer sus márgenes de rentabilidad. Este factor adicional podría tener un impacto más pronunciado en el precio final de los combustibles.
El Gobierno, a principios de mes, decidió descongelar el tributo que grava a los combustibles, que permanecía sin cambios desde julio de 2021 y debía actualizarse trimestralmente para reflejar la variación de la inflación acumulada en ese período. Esta medida se tradujo en un ajuste por la inflación acumulada en 2021 y 2022, mientras que los incrementos correspondientes a la inflación de 2023 se pospusieron para los próximos meses.
En un intento por compensar sus costos, las empresas refineras ya han trasladado la actualización impositiva al precio final del surtidor. Además, aplicaron un aumento adicional de dos puntos porcentuales debido al incremento en los costos del bioetanol y el biodiesel, utilizados en la producción de nafta y gasoil, respectivamente.
Este nuevo ajuste en los combustibles plantea desafíos adicionales para los conductores argentinos, quienes se verán afectados por un aumento estimado del 3% al 4% en el costo de cargar nafta. A medida que los precios continúan su tendencia alcista, la preocupación por el impacto en el bolsillo de los ciudadanos se intensifica. El equilibrio entre mantener la movilidad y afrontar los aumentos de precios se vuelve un desafío constante para los consumidores. La incertidumbre sobre futuros ajustes y la necesidad de buscar soluciones para mitigar estos incrementos se convierten en temas cruciales para la agenda económica de los argentinos.