Dos condenados por el secuestro y crimen de Matías Berardi fueron beneficiados con salidas transitorias
Se trata de Elías Emanuel Vivas y Celeste Verónica Moyano, el primero tenía una condena de 18 años, mientras que la mujer de 19.
Dos de los once condenados por el crimen de Matías Berardi, el adolescente de 16 años capturado en Escobar, mantenido en cautiverio en Tigre y ejecutado en Campana en 2010, fueron beneficiados con salidas transitorias, informaron fuentes judiciales.
Se trata de Elías Emanuel Vivas y Celeste Verónica Moyano, para quienes el Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF) 3 de San Martín estableció que comiencen a tener ese beneficio.
Fuentes judiciales informaron a Télam que la resolución -a la que Télam tuvo acceso- fue firmada por el juez Walter Antonio Venditti, y José Luis Espósito, secretario de ese tribunal.
Vivas fue condenado a 18 años de cárcel en el juicio llevado adelante en 2013, cuya pena vence el 1 de octubre del 2028, tras ser declarado culpable de ser uno de los captores de Berardi.
En tanto, Moyano, quien recibió 19 años años de cárcel y su condena vence el 7 de octubre del año 2029, también colaboró en el ocultamiento de la víctima y, junto a otras mujeres de la familia, le dijo a los vecinos que Berardi era un ladrón cuando el joven escapó.
A esa mujer le habían rechazado la prisión domiciliaria por la pandemia solicitada el 14 de mayo del 2020, cuando había arrancado el confinamiento por Covid-19.
Según el TOF 3, Vivas «se incorpora al régimen de salidas transitorias con seis horas mensuales, con el objeto de afianzar y mejorar los lazos familiares y sociales».
«La salida del condenado se llevará a cabo cabo bajo tuición (la guarda) de personal del Servicio Penitenciario Federal de acuerdo a la siguiente modalidad: una salida transitoria de seis horas de duración por mes, debiendo el personal designado acompañar, en todo momento», indicó.
La condenada Moyano, que cumplió su primera salida el 3 de junio último, recibió el mismo beneficio de «seis horas mensuales de salida transitoria con el objeto de afianzar y mejorar los lazos familiares y sociales».
María Inés Daverio, madre de la victima, aseguró que la decisión de la justicia «no es buena debido que no tienen que tener ningún tipo de beneficio».
«Mi esposo y yo estamos totalmente en desacuerdo porque un crimen de esa magnitud (tomaron la decisión de matar un chico) no merece ningún tipo de beneficio bajo ningún argumento y sin ninguna excepción», dijo a Télam y añadió: «Lo mínimo que pedimos es que cumplan la condena en la cárcel. La mujer nunca mostró ningún tipo de arrepentimiento».
El caso de Matías
Matías Berardi (16) fue secuestrado la madrugada del 28 de septiembre de 2010 cuando regresaba de una fiesta de egresados en la Capital Federal y se bajó de una combi en Panamericana y Ruta 26 para volver a su casa en ese partido del norte del conurbano.
Mientras lo mantenían cautivo en una casa de Benavídez, los secuestradores llamaron a sus padres para exigirles un rescate de 30.000 pesos.
En un momento el adolescente escapó, salió a la calle y pidió ayuda a los vecinos, a quienes les dijo que lo tenían secuestrado, aunque no logró que nadie lo refugiara y la banda lo recapturó y decidió asesinarlo de un tiro, tras lo cual dejó el cuerpo abandonado en inmediaciones de la ruta 6, en Campana.