La película censurada que Netflix agregó en su catálogo y que fue ganadora de tres premios Oscar
Más allá de sus éxitos de taquilla, Netflix también apuesta por contenido para aquellos aficionados al cine.
Una de sus últimas adquisiciones es la película Memorias de una Geisha del director Rob Marshall. Su estreno en Tokio en el año 2005 estuvo teñido de una polémica que involucró a dos países que fueron enemigos durante la Segunda Guerra Mundial y esto se extendió durante la versión asiática de la Guerra Fría.
¿De qué trata «Memorias de una Geisha»?
Producida por Steven Spielberg y dirigida por Rob Marshall, Memorias de una Geisha se estrenó el 9 de diciembre de 2005. En su elenco se destacaron figuras como Zhang Ziyi, Ken Watanabe, Gong Li, Michelle Yeoh, Randall Duk Kim, Youki Kudoh y Suzuka Ohgo, entre otros.
Tal y como recoge la sinopsis de FilmAffinity «Japón, 1929. Chiyo, una niña de nueve años,es vendida por sus padres para trabajar en la casa de Geishas de Nitta Okiya. Su hermana mayor Satsu no es aceptada y es enviada a un prostíbulo. En la casa Chiyo conoce a Pumpkin, otra niña que va a ser instruida para ser geisha, así como a las famosas geishas Hatsumomo (Gong Li) y su rival Mameha (Michelle Yeoh). Los comienzos de Chiyo (Zhang Ziyi) son duros, pero un encuentro con el que será el amor de su vida, el Presidente (Ken Watanabe), hará que desde ese momento sólo desee convertirse en una famosa geisha para estar más cerca de él»
¿Por qué fue censurada «Memorias de una Geisha»?
Memoirs of a Geisha (en su idioma original) es un drama adaptado de la novela de Arthur Golden que en 2005 ganó tres premios Óscar a mejor fotografía, vestuario y dirección artística.
Según un artículo de El País del año 2005, el estreno mundial de la superproducción de Hollywood se había visto envuelta en polémicas respecto del armado del casting.
«La polémica viene servida por presentar como cortesanas a las geishas, animadoras de alto nivel, profesionales japonesas de la danza y la música tradicional de su cultura, y de la conversación intelectual, de las que sólo algunas han vendido sus favores sexuales», aseguraba el medio.
«Tengo una filosofía muy simple sobre el reparto y es ésta: toma a la mejor persona para el papel. La demanda fue enorme y Ziyi fue la mejor», declaraba a la prensa el director.
Sumado a esto, la cinta se había presentado en un año lleno de tensiones entre China y Japón que se disputaban el liderazgo en Asia. Ambos países buscaban conseguir la energía necesaria para alimentar a su creciente industria en el contexto del bloqueo chino a Japón en su ambición por conseguir un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Es por esto que desde Pekín se decidió vetar de forma oficial la proyección de la película en China debido a la reacción social que había suscitado. «Hemos recibido una carta de las autoridades en la que dicen que han decidido posponer de forma indefinida el estreno debido a varios factores», declaraba Li Chow, directora general en China de Columbia Tristar Film Distributors, coproductora de la película junto a DreamWorks, de Steven Spielberg.
La película también revivía el secuestro durante la Segunda Guerra Mundial por parte de Japón, de mujeres chinas para ser esclavas sexuales y las violaciones perpetradas durante la masacre de Nanjing.