Los efectos de las bebidas alcohólicas cuando se está al volante
«A mayor concentración de alcohol en sangre, hay una mayor afectación de la esfera cognitiva, del estado de conciencia», explicó el jefe del servicio de Toxicología del Hospital Fernández, Carlos Damin.
Disminución de reflejos y atención, retardo de la capacidad de interpretar peligros y tomar decisiones, pérdida de equilibrio, falsa sensación de seguridad, alteración de la percepción, son solo algunos de los efectos que producen las bebidas alcohólicas al volante, precisaron desde la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ASNV), el servicio de Toxicología del Hospital Fernández y la Asociación civil Luchemos por la Vida.
«Nunca se consume ‘un poquito’, porque ‘un poquito’ es diferente para cada persona», explicó el jefe del servicio de Toxicología del Hospital Fernández, Carlos Damin.
«A mayor concentración de alcohol en sangre, hay una mayor afectación de la esfera cognitiva, del estado de conciencia», agregó y precisó que está demostrado que «ya desde 0,2 g/l de alcohol en sangre se pierde el equilibrio».
El alcohol en sangre disminuye los reflejos, disminuye y retarda la capacidad de interpretar un riesgo y un peligro y tomar una decisión en milisegundos en donde, por ejemplo, hay que tomar la decisión de apretar el freno y concretarla.
Además, «genera una falsa sensación de seguridad» que, en el caso del que conduce, «lo predispone a ir a más velocidad de la habitual sin darse cuenta y animarse a todo tipo de violaciones a las normas habituales del tránsito que comúnmente respeta, por ejemplo, el semáforo se pone en rojo y acelera para pasar, a lo mejor algo que no haría si no hubiese tomado alcohol», sumó Silveira.
«Un alcoholizado con cierta cantidad de alcohol no distingue bien los rojos, lo cual es muy importante, porque el color rojo está en los semáforos, en las luces de posición y en las luces de freno de los vehículos que van adelante», detalló el titular de Luchemos por la Vida.
Entre las principales consecuencias del alcohol al volante, la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) señaló a Télam que «en 1 de cada 4 siniestros viales fatales se detecta alcohol en sangre en alguno de los conductores».
Asimismo, desde el organismo de Transporte, advirtieron que «circular con alcohol en sangre, por mínima que sea la cantidad consumida, «aumenta 3 veces las posibilidades de causar un siniestro vial».
A su vez, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), «el consumo de alcohol potencia otras causas de siniestros viales como la fatiga, la somnolencia y la distracción».
En la actuaidad, 13 provincias (Chubut, Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, Salta, Santa Cruz, Río Negro, Tierra del Fuego, Tucumán, Chaco, Buenos Aires y La Rioja) y más de 50 municipios adhirieron a la Ley de Alcohol Cero, precisó la ANSV.
«Si uno va a conducir un vehículo no tiene que tomar nada de alcohol, es cero alcohol, porque produce alteraciones y pone en riesgo la propia vida, la de la familia y de los que vienen en frente», concluyó Damin.