Restaurar las poblaciones de animales ayuda a combatir el cambio climático, según un estudio
Proteger y restaurar las poblaciones de animales silvestres ayuda a aumentar la captura y el almacenamiento del carbono, lo que podría desempeñar un papel clave en prevenir el calentamiento climático más allá de 1.5 °C», según un estudio de científicos de ocho países, publicado hoy en la revista Nature Climate Change.
Según la investigación, llamada «La reconstrucción trófica puede ampliar las soluciones climáticas naturales», la protección de las especies podría desempeñar un papel fundamental en la mitigación del cambio climático, a la vez que se combate la pérdida de la biodiversidad y se obtienen los beneficios ecosistémicos que brindan los animales.
«La evidencia científica muestra que proteger y restaurar a los animales salvajes y sus roles funcionales puede mejorar la captura y el almacenamiento de carbono natural. Hacemos un llamado a un nuevo pensamiento que incluya la restauración y conservación de los animales salvajes y sus roles en los ecosistemas como un componente clave de las soluciones climáticas naturales que pueden mejorar la capacidad de prevenir el calentamiento climático más allá de 1.5 °C», sostuvieron los autores en el inicio de la investigación.
Según los 15 investigadores, que provienen de ocho países diferentes, actualmente se «subestima» el papel que juegan los animales en el control del ciclo del carbono.
«La conservación de la fauna salvaje -permitiendo que las especies desempeñen sus papeles funcionales en los ecosistemas- ofrece un potencial desaprovechado como solución al cambio climático. Una inversión auténtica y urgente en la recuperación de las especies silvestres, combinada con esfuerzos para detener la deforestación y recuperar las tierras silvestres degradadas, además de la transición a las energías renovables, es suficiente para evitar el empeoramiento de los efectos del cambio climático», aseguró Andrew Tilker, coautor del estudio que fue citado en la web de la ONG Rewilding Argentina.
La investigación demostró que la protección o restauración de las poblaciones de animales como peces marinos, ballenas, tiburones, lobo gris, ñu, nutria marina, buey almizclero, elefantes de los bosques africanos y bisonte americano podría facilitar la captura adicional de 6.410 millones de toneladas de dióxido de carbono (GtCO2) al año.
Esto supone más del 95% de la cantidad necesaria cada año (6,5 GtCO2) para cumplir el objetivo mundial de eliminar 500 GtCO2 de la atmósfera en 2100, lo que mantendría el calentamiento global por debajo del umbral de 1.5º C.
«Permitir que especies animales clave alcancen densidades ecológicamente significativas como parte de paisajes terrestres y marinos dinámicos acortaría probablemente el tiempo necesario para alcanzar el objetivo de 500 GtCO2», afirmó Oswald Schmitz de la Escuela de Medio Ambiente de Yale, autor principal del artículo.
El estudio advirtió que si estas especies desaparecieran, los ecosistemas que habitan podrían pasar de ser sumideros de carbono a fuentes de carbono.
«Tenemos que actuar rápido porque estamos perdiendo poblaciones de muchas especies animales en el mismo momento en que descubrimos hasta qué punto su papel en los ecosistemas puede permitir la captura y el almacenamiento de carbono. Como se ha demostrado en Europa y Norteamérica, muchas de estas especies volverán si se lo permitimos», concluyó.