El curioso detalle en la nariz de tu perro del que no te habías dado cuenta
Los perros son animales bien conocidos por todos, aunque hay algunos detalles sobre ellos que continúan siendo un completo misterio.
Esta humedad los mantiene frescos y les permite capturar con mayor eficiencia las partículas del olor, algo fundamental teniendo en cuenta que el olfato es el sentido más desarrollado de los canes. Se calcula que el olfato de los perros es 10.000 veces mejor que el de los humanos, y son capaces de detectar olores situados a dos kilómetros de distancia.
Cada fosa nasal puede moverse independientemente de la otra pero, sin embargo, los canes no pueden olfatear y jadear al mismo tiempo. Esto explica por qué los perros rescatistas son menos efectivos en su labor cuando hace mucho calor.
Los canes, del mismo modo que los humanos, también tienen el cerebro constituido por dos mitades: la mitad izquierda recibe el nombre de hemisferio izquierdo y la mitad derecha de hemisferio derecho. Pues bien, estudios científicos han comprobado que tienen preferencia por utilizar una de las fosas nasales en función de lo que estén oliendo.
Es más, es posible saber cuál es la reacción emocional de un perro hacia un olor según la fosa nasal que utilice para olfatearlo. Por lo general, cuando los canes investigan por primera vez, usan la fosa nasal derecha. Pero, pasado un tiempo, pueden cambiar a la izquierda.
Además de la hendidura, los perros también tienen unas aberturas en sus fosas nasales que cumplen una función muy importante. La parte frontal de las fosas nasales se encarga de tomar el aire, y estas pequeñas aberturas en los laterales permiten que se escape cuando los canes exhalan, creando un remolino que les ayuda a clasificar los olores nuevos.