El “tecno estrés” es una nueva forma de riesgo laboral
El ritmo de cambio de la tecnología invita a los usuarios y a los trabajadores a asumir la responsabilidad de ir al tiempo de los mismos.
Nuevos conocimientos y cambios en los puestos de trabajo, lo que en ocasiones genera tensión y un sobre esfuerzo, algo que se denomina “tecno estrés” y que es un riesgo laboral “emergente”.
Así lo ha explicado la profesora de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Tatiana Cuervo, que promueve un estudio y diferentes trabajos encaminados a concienciar de que el “tecno estrés” es un riesgo laboral más.
De hecho, es una cuestión que puede deparar bajas de trabajadores y otros problemas en las empresas, si éstas no lo tienen en cuenta como un riesgo laboral, ha afirmado.
Ha reconocido que “hasta ahora no se le ha prestado mucha atención” a esta cuestión en el mundo académico, “pero las empresas son conscientes cada vez más de este problema”, sobre todo cuando “se encuentran con trabajadores que no son capaces de adaptarse a cambios tecnológicos en sus puestos de trabajo”.
Ha recalcado que el tecno estrés no es lo mismo que la “tecno adicción” una patología asociada prácticamente al caso contrario, a quienes se sienten condicionados por una necesidad de estar continuamente “enganchados” a la tecnología.
El tecno estrés, ha detallado, tiene que ver con el nivel de formación que se da en cada empresa cuando se introduce una actualización en las herramientas tecnológicas de trabajo un nuevo programa o nueva maquinaria.
“Generalmente se ofrece una formación uniforme, pero hay que entender que no todos los trabajadores son iguales, que no tienen las mismas necesidades”, ha subrayado.
Así, para evitar este problema, “hay que analizar antes de nada cómo se va a formar a los trabajadores” y “hacerlo de una manera que contemple que habrá diferentes niveles de necesidad en cada grupo de empleados”.
Ha admitido que “aunque en teoría no tiene porqué ser así”, la edad “es un factor” que influye en el tecno estrés y en muchas ocasiones son los trabajadores más mayores los que se ven más afectados por esta patología.
“Muchos jóvenes han crecido en un entorno en el que la tecnología está en todo, pero hay muchas generaciones anteriores que no y eso debe tenerse en cuenta cuando formas a los trabajadores”, ha incidido Cuervo.
En cualquier caso “el tecno estrés es un riesgo laboral más y a las empresas se les exige evaluar todos los riesgos que hay en sus instalaciones” con lo que “deberían tenerlo en cuenta”.
De hecho, este problema depara bajas laborales o retrasos en los cambios dentro de las empresas “y eso conlleva un coste” que “puede ser mayor que, por ejemplo, introducir apoyos técnicos para los trabajadores que tienen tecno estrés“, considera.
“La realidad es que lo que ocupa a las empresas en esta materia es la seguridad laboral y se presta menos atención a cuestiones psicosociales como esta, aunque habría que evaluarlo y tomar medidas”, ha asegurado Cuervo, consciente de que “cada vez hay más trabajos en los que se pasa ocho horas delante de un ordenador”.