Secuestran 10 kilos de la droga del sexo, que eran enviados por encomiendas desde los Países Bajos
La Aduana secuestró 10 kilos de éxtasis líquido, también conocida como droga del sexo, en siete encomiendas que provenían de los Países Bajos y que tenían como destino distintas zonas de la ciudad de Buenos Aires y del conurbano bonaerense, informaron este viernes fuentes de ese organismo.
El secuestro de la droga, llamada gamma-butirolactona (GBL), tuvo lugar en las oficinas de las Encomiendas Postales Internacionales de la Aduana, ubicadas en el barrio porteño de Retiro.
En total, se descubrieron 10 kilos de éxtasis líquido dentro de siete paquetes y, según las fuentes, el valor estimado de lo incautado es de 7.500 dólares. Para identificar la droga se utilizó un aparato detector de sustancias donado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
Este aparato es un equipo analizador de narcóticos portátil que sirve a los fines de una rápida identificación de sustancias controladas, prohibidas e, incluso, sustancias de corte y algunos medicamentos, informaron fuentes de la Aduana.
Según los voceros, la gamma-butirolactona suele comercializarse comúnmente en estado líquido y suele consumirse de manera oral. A su vez, los informantes detallaron los efectos que produce el consumo del éxtasis líquido y explicaron que se la conoce como la «droga del sexo» debido a que genera un fuerte deseo sexual.
La GBL, a bajas dosis, provoca euforia, estado de alerta, sensación de embriaguez, estimulación sexual y buen estado de ánimo, mientras que en altas dosis, presenta un efecto fuertemente depresor del sistema nervioso central, describieron y agregaron que su efecto sedante se potencia si se ingiere junto con alcohol.
Por otro lado, advirtieron de su eventual riesgo, ya que es «incolora e insípida» y «puede ser fácilmente incorporada a bebidas sin que la víctima pueda notar su presencia».
Este es el segundo hallazgo de estas características en una semana ya que el viernes pasado la Aduana detectó una encomienda con el mismo estupefaciente que fue enviada desde el mencionado país europeo.
La investigación quedó a cargo del Juzgado Nacional en lo Penal Económico 4, a cargo de Alejandro Catania.