Regresa Muerte en el Nilo de la mano de Kenneth Branagh

 

Se estrenó el film de Kenneth Branagh basado en el clásico de Agatha Christie. Deslumbran Gal Gadot y la pericia del director y también coprotagonista.

El director y actor estrenó en poco tiempo dos títulos: Belfast (aún inédita en Argentina) y, con dos años respecto de su realización, la flamante Muerte en el Nilo, superproducción basada en la novela homónima de Agatha Christie.

Esta segunda incursión de Branagh en Christie (la anterior fue Crimen en el Expreso de Oriente, de 2017) se mantiene, además de su performance en la piel del siempre sagaz inspector Hercule Poirot, los lineamientos de estructura y estética de aquella producción pero con un renovado atractivo desde la dirección. Y es aquí donde hace su entrada en escena el arsenal de planos prodigiosos y buenas ideas visuales con las que el director suele jugar fuerte.

Buena parte del largo fue filmado en Egipto. Con ese marco geográfico/visual y con ese peso específico del star system es que Branagh nos cuenta la historia de un crimen sucedido en los años 30.

Desde la intro el relato despliega calidad y buenas armas fílmicas para meternos en la historia de Simon (Armie Hammer) y Linnet (Gal Gadot) a lo largo de tomas inmersivas de pirámides, hoteles de lujo y noches palaciegas. Una vez que nos tiene en el centro de su tormenta de recursos es que aparece, en apariencia, plácida embarcación que navegará por aguas apacibles pero con una profusa marejada a bordo. A viajar, entonces.