Nueva normalidad: como serán los viajes a Bariloche
En la nueva normalidad para los viajes a Bariloche, el protocolo establece que los egresados no puedan mezclarse con otras burbujas en los hoteles ni boliches.
Los viajes a Bariloche en la nueva normalidad parecen un Gran Hermano a gran escala. Controles, seguridad, pulseras con chips para ubicar a los jóvenes, respeto a rajatabla de burbujas y punteros láser para individualizar a los rebeldes son parte de los protocolos y medidas que tomaron empresas de turismo, hoteles y discotecas en el marco del regreso de los viajes de estudios.
El protocolo es parecido a lo que se venía trabajando en los meses de febrero y marzo: se exige un test negativo dentro de las 48 horas antes de hacer el viaje y otro en el lugar de destino, durante el transcurso de la estadía. El traslado en avión y ómnibus tiene ya ocupación al ciento por ciento, algo que ya está normalizado para todo el rubro turístico; la hotelería es en grupos de 250 chicos con una capacidad al 70 por ciento; y se sigue manejando el sistema de burbujas para paseos y actividad nocturna de un máximo de 110 pasajeros.
En tanto, los cinco boliches históricos de Bariloche, ByPass, Genux, Rocket, Grisú y Cerebro, están abiertos y funcionan a un 20 por ciento durante estas primeras semanas. Los establecimientos tienen dos turnos, uno a las 21 y otro a la 1, y los contingentes se van intercalando yendo un día más temprano y otro en trasnoche. Durante tres horas hay shows, animación, los jóvenes bailan, y a su vez están separados en distintos espacios por burbujas. Las discos son amplias, ya que normalmente entran 1.500 o 2.000 pasajeros y los grupos se ubican en cada pista o piso, por lo que no se mezclan en baños, barras ni guardarropas.
Además, las excursiones están todas habilitadas, tanto rafting, la pista de esquí del cerro catedral, los complejos estudiantiles y cabalgatas. Las empresas afirman que los estudiantes deben ir siempre acompañados de los coordinadores o padres acompañantes, y ya no pueden dar más vueltas solos por las calles, por ejemplo para ir a comprar chocolates o recuerdos. Todo se puso más estricto para intentar mantener la burbuja cerrada. Ni hablar de ir a dormir a la habitación de otro hotel, con alguien que se conoció en la disco.
Los prestadores indican que los hospedajes tienen ahora guardias de seguridad que controlan estrictamente la puerta para que no ingresen alcohol que complican las clásicas previas, que se redujeron visiblemente. La salida y entrada de los boliches, en tanto, se hace sí o sí es en el transporte de la empresa.
También se implementó un sistema de control con pulsera que tiene alojado un chip que registra entrada y salida del boliche y el hotel. Los coordinadores lo chequean a través de un celular con tecnología de lector NFC para saber quién falta, si alguien se quedó enfermo, y el perfil tiene hasta foto del egresado.