Tablado tiene nueva novia y contó en su indagatoria que se quiere ir a vivir con ella a Córdoba
Fabián Tablado, el femicida que en 1996 asesinó de 113 puñaladas a su novia Carolina Aló, que en febrero recuperó la libertad y que ayer volvió a ser detenido por violar la restricción perimetral que tenía con el padre de la víctima, reveló que tiene una nueva pareja y que su intención era irse a vivir con ella a la ciudad cordobesa de Bell Ville, informaron hoy fuentes judiciales.
“Cuando yo salí en libertad el 28 de febrero, comencé el proceso de reiniciar mi vida, que viendo que no podía acercarme a mi exesposa y ante la colocación de la tobillera, tampoco acercarme a San Fernando donde vive el Sr. (Edgardo) Aló, ante estas situaciones estaba en condiciones, y lo estaba empezando a gestionar, quería mudarme definitivamente del partido de Tigre. Cuento con el domicilio y la posibilidad”, dijo el detenido.
“En el proceso de rehacer mi vida, estoy en pareja. Ella es de Córdoba y yo iría a vivir con los padres de ella en el partido de Bell Ville”, contó Tablado, quien además aportó la dirección de ese domicilio.
Al momento de defenderse de los dos cargos por desobediencia que le imputó Callegari por violar dos perimetrales, una la que tenía respecto de Aló y otra de sus hijas mellizas, Tablado dijo que en las cuatro notificaciones que recibió entre el 5 y 6 de marzo del Juzgado de Familia 2 de Tigre “figuraban los domicilios reales del señor Aló” pero que “en ninguna” estaba “el domicilio laboral”.
También afirmó que él vive a “tres cuadras” del puente Sancristi de Tigre, donde fue captado por las cámaras caminando con sus hijas y a 150 metros de la Dirección Nacional de Migraciones de Tigre, donde trabaja Aló.
“Al desconocer el domicilio laboral del señor Aló, era inevitable que esto pasara. En algún momento iba a pasar por el puente, porque desconocía el domicilio», dijo.
Explicó que él tiene colocada una “pulsera electrónica” porque no se podía acercar al domicilio de su exesposa, pero que después puede “circular libremente por cualquier lugar, salvo el domicilio del señor Aló y los familiares y el domicilio laboral que desconocía”.
Además, aseguró que “en muchas oportunidades”, que serían “al menos cuatro” se presentó en el Juzgado de Familia “para ver cómo seguía la causa vinculada con la pulsera”, su exesposa y sus hijas, pero se quejó de que “debido al tema de la pandemia” no lo atendieron.
Además reveló que tiene “una excelente relación con la madre de las nenas”, que todos los lunes les pasa 3.000 pesos semanales y que ese 19 de octubre el encuentro con sus hijas se dio de común acuerdo con su exmujer, Roxana Villarejo, con quien se casó en la cárcel en 2007, luego se separó y amenazó de muerte, hecho que le valió una segunda condena.
Tablado quedó alojado en la comisaría 2da. de Tigre con sede en la localidad de General Pacheco, y en las próximas horas el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) podría ir a quitarle la tobillera que tiene colocada para controlar la perimetral de su expareja.
Fuentes judiciales adelantaron a Télam que el fiscal Callegari o el fiscal original de la causa, Sebastián Fitipaldi, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Rincón de Milberg, quien está de licencia, podrían pedir en los próximos días la prisión preventiva de Tablado por el delito de “desobediencia reiterada” –dos hechos-, que prevé una pena de entre 15 días y un año de prisión.
La causa se inició cuando Aló denunció que el 19 de octubre Tablado pasó caminando a 150 metros de su lugar de trabajo en Tigre junto a sus hijas, lo que fue confirmado por los videos de las cámaras de seguridad, por lo que ayer el juez de Garantías 2 de San Isidro, Orlando Díaz, ordenó su detención.
El crimen de Carolina Aló (17), uno de los casos más resonantes de la historia criminal argentina, ocurrió el 27 de mayo de 1996 en la casa de la familia Tablado.
Luego de tener relaciones sexuales y discutir por celos, Tablado, por entonces de 20 años, persiguió a su novia por varios ambientes de la casa y la mató de 113 puñaladas.
En 1998, fue condenado a 24 años de prisión por «homicidio simple» pero en 2013 sumó la segunda condena por amenazar a su exmujer y su ex suegra y se le unificó una pena única de 26 años y seis meses que debía agotarse a fines de 2022.
Por el beneficio de la derogada Ley del «2×1» y los cursos que hizo en prisión como «estímulo educativo», el cómputo de la condena se le redujo y la pena se le dio por concluida el 28 de febrero, cuando abandonó la Unidad 21 de Campana y se fue a vivir a la casa de la calle Albarellos 348 de Tigre donde hace 24 años cometió el femicidio de las 113 puñaladas.