El narco ingresó a la campaña 2017 y agita a Cambiemos
Tras la detención de Daniel Tavi Celis, líder de una banda de narcotraficantes, y el vendaval político que generó su caída, ahora salieron a la luz escuchas telefónicas que constituyen una prueba importante que maneja la justicia para probar un acuerdo entre el jefe narco y la gestión encabezada por Sergio Varisco.
La investigación que permitió desarticular a la banda liderada por los hermanos Daniel y Miguel Ángel Celis se sostiene, fundamentalmente, en escuchas telefónicas –también se realizaron seguimientos, filmaciones y fotografías– y revela el poder de penetración que tenía la organización en las estructuras municipales, a través de cargos en áreas clave y el uso de recursos públicos para el transporte de la droga.
En una de esas conversaciones –a la que accedió Página Judicial–, se escucha la voz del propio Tavi Celis expresándole al concejal Pablo Hernández (Cambiemos) el malestar que le generan supuestas promesas incumplidas del intendente respecto de la contratación de personas allegadas.
El 2 de junio de 2016, la Revista Análisis publicó un detallado informe donde revelaba cómo Gustavo Barrientos –desde una celda– y Daniel Celis, considerados jefes del narcotráfico, hacían negocios desde estructuras estatales. El periodista Daniel Enz, autor de la nota, expuso un acuerdo político entre Celis y el intendente Varisco, hablaba de un esquema de negocios, las designaciones de personas allegadas al jefe narco en una unidad municipal y exponía al concejal Hernández como articulador de esa relación.
Esa publicación motivó el llamado de un temeroso Hernández para advertirle a Celis que le habían “pegado un garrotazo” y recomendarle que “lo importante es guardarse y no contestarle nada”.
Pero Celis reaccionó irritado por las supuestas promesas incumplidas:
–Yo estoy re caliente, boludo, estoy re caliente porque con Varisco hicimos un acuerdo; yo no trabajé para él, fue un acuerdo lo que hicimos; porque vos me lo trajiste a mi casa, vos me lo trajiste y el loco no me está cumpliendo con nada, tengo 25 vagos todavía… acordamos por 40 y tengo 25 vagos todavía esperando, boludo…
–Pero los va a ir metiendo, Daniel… –trata de calmarlo Hernández.
–Vos te pensás que le voy a seguir haciendo el aguante, que me deje de joder. Si yo tengo plata para bancar a los vagos, los banco yo de última, no hay problema.
–Yo lo que te estoy diciendo, Daniel, es que el tipo te ensucia, nada más… –insiste el concejal, en referencia a la publicación periodística.
–Pero qué me va a ensuciar, boludo. ¿A mí me va a ensuciar? A mí, no. Vos te estás cuidando vos y lo estás cuidando a Varisco, no me estás cuidando a mí.
La conversación expone la temeridad de Hernández y revela la capacidad de análisis de Celis sobre el impacto que genera la publicación:
–A ver, Daniel, vos sos mi amigo, no me digas eso… te estoy llamando para que no te calentés y te enojás conmigo –intenta calmarlo el concejal.
–Está todo bien, Pablo, pero ya estoy cansado de jugar a las escondidas, todo el mundo sabe quién soy, todo el mundo sabe que colaboré con la campaña de Varisco, todo el mundo sabe que estoy manejando la (unidad municipal) 2, dejame de joder, no me vengas con pelotudeces, boludo…
Entonces sobreviene la amenaza de Celis:
–Ya está, si ellos vinieron a mi casa a buscarme, ya está, ustedes vinieron a buscarme. Yo te dije diez mil veces a vos: no voy a trabajar con Varisco porque me va a cagar, y vos qué me dijiste, qué me dijiste, decimelo en la cara… vos me dijiste: no, no te va a cagar, no te va a cagar. Y me está cagando; él mismo me manda a pegar. ¿Te pensás que soy estúpido? No soy estúpido, hermano, no nací ayer, no tengo lo que tengo por tonto, tengo lo que tengo por vivo, no por tonto. Pero todo bien, viejo, no hay problema, a partir de ahora yo camino solo, hagan lo que quieran…
–Pero no, Daniel –lo interrumpe Hernández.
–Yo tengo herramientas para defenderme… –continúa Celis.
–Daniel, Daniel… –intenta disuadirlo el concejal.
–Herramientas para defenderme, Pablo, de acá a la China, tengo grabaciones, tengo filmaciones, sabés la cantidad de material… así que si lo quiero hacer cagar, de todos lados lo hago cagar, tengo todo en mi mano, así que no me importa lo que hablen, si ustedes están más sucios que yo, ustedes cagan a la gente, yo no, boludo.
–Pero no te enojés conmigo… –insiste el concejal.
–Pero, qué no me voy a enojar, boludo, si me venís con pelotudeces. Ustedes cagan a la gente, yo no; ustedes usan a la gente, yo no… Parece que el poder es lo único que les interesa; a mí no me interesa el poder, yo hago política por otra cosa, no por poder. Si yo quiero poder, lo tengo, lo consigo a mi manera.
El audio de 8 minutos forma parte de las más de mil horas de escuchas telefónicas que recolectó el juez federal Leandro Ríos durante la investigación contra la banda liderada por los hermanos Celis.
Varisco declaró
En tanto, el intendente de Paraná, Sergio Varisco, declaró durante casi 2 horas ante el juez federal Leandro Ríos, que investiga a la organización criminal liderada por los hermanos Daniel y Miguel Ángel Celis, que había logrado establecerse en distintos niveles de la estructura municipal porque algunas personas allegadas a los líderes de la banda habían sido designadas en cargos de relevancia dentro del organigrama de la Municipalidad.
Varisco respondió una veintena de preguntas que había preparado el magistrado. A la salida, el intendente respondió brevemente algunas preguntas, aunque evitó contar detalles de su declaración. Varisco se limitó a señalar: “El juez hizo preguntas sobre el personal municipal y respondí todo”.
De todas maneras, reseñó que la investigación se inició “en la anterior gestión, en 2015, con un operativo de calle Alemanes del Volga”, por lo que tomó distancia de los cuestionamientos por presuntas vinculaciones con el jefe de la banda, Daniel Tavi Celis.
Efectivamente, el origen de la causa podría ubicarse en el 26/08/2015, cuando la Policía de Entre Ríos encontró 1.772 kilos de marihuana en una caja térmica en el fondo de una vivienda en el barrio Paracao. Primero los vecinos contaron que la droga había sido llevada hasta allí en un camión volcador de la Municipalidad y después, el dueño de casa, Sergio Daniel Godoy, empleado municipal, afirmó que la droga se la había llevado una persona a la que identificó como Cebolla, apodo de Miguel Carmelo Leguizamón, el hombre que crió a los Celis y que fue designado en la Unidad Municipal 2.
En ese sentido, señaló que desde que asumió como intendente, el 10/12/ 2015 “más de treinta empleados municipales han sido dados de baja provisoria por caer arrestados” por causas vinculadas con el narcotráfico.
Consultado sobre la sospecha de que se utilizaran camiones municipales para el traslado de droga, como surge de las escuchas telefónicas colectadas durante la investigación, Varisco respondió que no le constaba y negó enfáticamente que Celis hubiera tenido el control de la Unidad Municipal 2 Oeste.
La predecesora
A su vez, la exintendente Blanca Osuna decidió responderle a Sergio Varisco, quien subrayó que la causa se inició durante la gestión anterior a la suya.
Osuna dijo que su réplica podría ser “políticamente incorrecta” pero que prefería “no quedarme callada ante un tema muy delicado”.
“En estos últimos años advertí casi en soledad sobre el problema que afectaba en principio a los vecinos de la zona oeste de la ciudad, y hoy por responsabilidad de quien gobierna la ciudad nos atañe y afecta a todos los que habitamos Paraná”, devolvió el golpe.
Recordó que en mayo de 2015, en el marco de una serie de encuentros convocados por el Poder Judicial por el problema de la inseguridad, presentó “formales notas dirigidas al entonces ministro de Gobierno Adán Bahl; a la Presidenta del Superior Tribunal de Justicia, Dra Claudia Mizawak; al Procurador Gral de Justicia del gobierno de Entre Ríos Dr. Jorge García; al entonces Presidente de la Sala de Procedimientos Constitucionales y Penal Dr. Carlos Chiara Díaz, solicitándoles la intervención de los poderes que representaban en la adopción de medidas respecto a una persona identificada como Tavi Celis sindicado por diferentes medios de prensa como uno de los narcotraficante más importante de Paraná”.
“Nunca me callé sobre este tema. Por eso le digo ‘Varisco, usted es un cobarde. Seguro piensa que ser mujer es sinónimo de debilidad, y por eso quiere endilgarme culpas y hacer cualquier cosa”, replicó la ex titular del Departamento Ejecutivo municipal. “Conmigo no. Su miserable actitud hasta en la intención de sacarse el lazo, muestra la clara pretensión de engañar para salvarse a cualquier costo”, disparó a su sucesor a quien acusó de intentar “desviar la centralidad del tema” que lo llevó como testigo ante la Justicia Federal. “Se justifica con una versión novedosa de la ‘pesada herencia”, dijo.
Le reclamó que cese con “su hipócrita doble discurso” y repasó medidas de su gestión que intentarían paliar el flagelo de las drogas y cuestionó que no hayan tenido continuidad.
Apuntó, entre otras cuestiones a “la creación del Cepla (Centro de Prevención de Adicciones) cuyo edificio dejamos construido en un 50% y el equipo funcionando en el SUM de Anacleto Medina, dando atención a más de 70 jóvenes de la zona oeste”.
Destacó la obra del playón deportivo y el vivero escuela en el predio del Volcadero, la colocación de GPS a los vehículos de la flota municipal y el requisito de un certificado de buena conducta previo al ingreso a la planta de trabajadores municipales.
“Señor intendente. Hágase cargo. La pesada herencia que dejamos no incluía avionetas ni pistas de aterrizaje ni droga”, remarcó.
Hija de Varisco
Por su parte, Lucía Varisco, hija de Sergio Varisco, le respondió a Blanca Osuna.
“Señora Osuna de Molina, cálmese. Todos cometemos errores en la difícil tarea de gobernar. Nada es, al menos en el caso que la ocupa, tan trágico. Usted cometió errores, bueno, ¿quién no los comete?”, ironizó la secretaria privada de Sergio Varisco.
Ella hizo un recorrido de la investigación: “Hágase cargo señora. Durante su gestión, año 2014, se descubrieron 400 kilogramos de marihuana en poder de un empleado municipal y surgieron indicios de la utilización de camiones municipales. Año 2015, más droga en calle Churruarín al final, atrás de la planta asfáltica, cuyo funcionamiento usted desactivó. También en el año 2015, en calle Alemanes del Volga se secuestran 1.700 kilogramos de marihuana, se detiene a un empleado municipal y se establece la utilización de un camión municipal, el N°148, para su traslado y la vinculación de empleados de carrera en dichos movimientos. En la causa se menciona que la propiedad y la construcción donde fue hallado el cargamento es un terreno municipal y fue entregada en uso por funcionarios de su gestión. Todo eso ocurrió durante su gestión y sin embargo no se le escuchó una sola palabra al respecto ni hizo renunciar a ningún funcionario. Su silencio fue total, acompañado de la protección política y de toda índole de la que gozaba en ese entonces”.
La hija de Varisco siguió: “Si es cierto que le preocupaba el avance de la droga y del narcotráfico en la ciudad, entonces hubiese hecho algo cuando los camiones municipales, ya en su gestión, trasladaban sólo en una oportunidad, más de una tonelada y media de droga y que consta en los expedientes judiciales”.
Ella también se metió en la interna del Partido Justicialista: recordó un episodio en el que desde el oficialismo de entonces se acusó a Gastón Grand, que iba también por la intendencia, de estar vinculado al narcotráfico.
“Sus difamaciones no son nuevas. Usted y su sector político cuando fue intendenta intentó vincular a una persona del hampa con su oponente interno. Inventaron la presencia de una persona condenada por narcotráfico en una caminata de un dirigente peronista, con tanta desprolijidad que no tuvieron en cuenta que esa persona estaba presa fuera de la provincia. La víctima no fue otra al ex precandidato a intendente Gastón Grand, que la había desafiado electoralmente y, entonces, usted no trepidó un instante en intentar falsa y groseramente vincularlo a la droga para salpicarlo y así obtener lastimosamente algún rédito para su candidatura”, le recordó.
“Señora Osuna de Molina, cálmese. Tal vez debería haber sido más cuidadosa. La dinámica de cargarse al hombro la administración de una ciudad puede llevarnos a equivocarnos como lo hace usted con su lamentable publicación que tituló ‘Lo advertí”, ironizó. Y agregó: “Usted no pudo haber advertido nada que salpicara a nuestro gobierno. No pudo hacerlo porque no hay nada de lo que a usted le gustaría que hubiera y porque con nuestra honorabilidad (¿le suena?) por delante somos refractarios al fuego, al lodo, al estiércol y a todo cuanto pueda hacerse por instalar la denostación falaz y perniciosa como una verdad que sólo puede tener origen en mentes febriles”.
“Lo que usted debería haber advertido es que tanto malestar que la saca de las casillas es su dolor, su impotencia ante una realidad que le dio la espalda y la consternación de ser parte no sólo del pasado sino del olvido. Trate de vivir tranquila su tiempo de madre y abuela”, ninguneó.
“Deje la función pública para quienes por decisión de una enorme mayoría nos hemos hecho cargo. No insulte la inteligencia de los paranaenses. Si a la hora de elegir no optaron por usted no habla mal de ellos, en todo caso habla de hartazgo, ese que nos igualó cuando hubo que definir y darle sentido al voto”, cerró.