Alarmante suba de la mortalidad infantil en CABA: apuntan al vaciamiento y cierre de políticas públicas
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires aumentó la mortalidad infantil en 2016 y se registraron 36 muertes más de bebés menores de un año que en el 2015. La Fundación Soberanía Sanitaria apuntó al vaciamiento y cierre de políticas públicas, la subejecución del presupuesto del Ministerio de Salud entre algunas de las causas y advirtió por la desigualdad en las comunas.
Semanas atrás se presentaron los resultados de la evaluación técnica encargada por el gobierno porteño a UNICEF Argentina, que muestra un aumento de la tasa de mortalidad infantil (TMI) en esa jurisdicción entre los años 2015 y 2016,
pasando de 6,0 muertes por cada mil nacidos vivos a 7,2.
Durante 2016 hubo 282 defunciones de menores de 12 meses, mientras que en 2015 fueron 246. En 2014 hubo 337 decesos y en 2013 fueron 390.
“Al realizar el análisis desagregado por las causas de la mortalidad neonatal en el 2016, se observa que las muertes relacionadas a los problemas en los controles de salud durante el embarazo aumentaron cerca de un 225% en 2016 respecto a 2015 (de 1,7 en 2015 pasó a 3,8 muertes por cada mil nacidos vivos en 2016)”, indica la Fundación.
“Este dato sugiere que el aumento de la mortalidad infantil en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires puede estar íntimamente relacionado a las barreras de acceso de la población en general, y de las embarazadas en particular, al sistema de salud porteño”, agrega.
Un punto clave en cuenta en el análisis de la mortalidad infantil en CABA es su distribución desigual entre las distintas comunas. Entre 2015 y 2016, la tasa de mortalidad infantil aumentó en 10 de las 15 comunas (1, 3, 4, 5, 7, 8, 9, 11, 12 y 15). En todas ellas el aumento fue mayor a un punto porcentual.
Indica que históricamente la mayoría de los casos de mortalidad infantil se concentran en las comunas 4, 8 y 9: aquellas conformadas por barrios con población en situación de mayor vulnerabilidad.
“Un indicador representativo de la situación socioeconómica de estas comunas es el ingreso per cápita familiar (IPCF). Cuando se compara el IPCF de estas 3 comunas al de las comunas con mayor ingreso se puede observar la brecha en el IPCF entre la comuna más rica (14) y la más pobre (comuna 8) pasó de $4.391,00 a $11.697,00 entre los años 2013 y 2016”, detalla.
Y subraya que el índice de Gini pasó de 0,176 en el 2013 a 0,221 en el 2016, señalando un aumento de la desigualdad en la distribución de la mortalidad infantil entre las comunas. “Si se comparan los datos del año 2015 y 2016, se puede observar que en las 3 comunas más pobres la mortalidad infantil sufrió un aumento, mientras que en las 3 más ricas, bajó”.
La Ciudad es la jurisdicción con el Producto Bruto Interno (PBI) más alto del país y es la que tiene proporcionalmente la mayor cantidad de recursos e infraes- tructura sanitaria.
Entre las causas de estos números rojos, la Fundación advierte que el Ministerio de Salud de la Nación subejecutó casi el 5% de su presupuesto y a su vez, se desabasteció al Programa REMEDIAR que proveía medicamentos esenciales para el primer nivel de atención (alguno de ellos específicamente indicados para embarazadas).
También apunta a la derogación del Programa Qunita que tenía como premisa disminuir la mortalidad infantil y materna y no se implementó la Ley de Regionalización Perinatal sancionada por la Legislatura porteña, que perseguía objetivos similares.
En paralelo, debido al impacto de las medidas económicas del gobierno nacional se ha reducido la cantidad y la calidad de alimentos que consume la población, incluidas las embarazadas y neonatos.
“Frente a este panorama, no resulta extraño, aunque sí alarmante, el aumento en la mortalidad infantil y de la desigualdad social en salud en la jurisdicción más rica del país”, concluyó el informe.