Advierten la situación crítica de la industria del calzado
Los empresarios aseguran que se produjo una sustancial caída en las ventas y que están cerrando muchas fábricas. Los trabajadores expresaron su preocupación porque “no dan los costos” y no pueden “pagar las cuentas”.
Empresarios de la industria del calzado de Santa Fe advirtieron que el sector atraviesa una crítica situación por un “combo explosivo” de aumento de las importaciones y la caída de ventas, lo que derivó en el cierre de cuatro fábricas en la provincia en los primeros meses del año y la reducción a la mitad de la jornada laboral.
De acuerdo a los últimos datos del Observatorio de Importaciones de Santa Fe, el calzado proveniente del exterior trepó en Santa Fe en los últimos dos años un 86 por ciento (entre mayo de 2015 y mayo de 2017.
Por su parte, el ministro de Producción, Luis Contigiani, admitió que este panorama “atenta y perjudica” a uno “de los polos productivos de calzado más importantes del país”, con más de 140 fábricas en toda la provincia y más de 2.500 empleados.
Ya son cuatro las plantas que cerraron en los primeros meses del año, dos ubicadas en Rosario (La Huella y Jandy), una en la localidad de Zavalla (Primeros Pasos) y otra en Acebal (Pirri), un pueblo de 6.500 habitantes que vive de la cosecha de los campos y de la fabricación de zapatos.
“En 20 años que llevo haciendo zapatos nunca viví algo así. No nos dan los costos, no podemos pagar ni las cuentas y las ventas siguen cayendo”, lamentó Nicolás Pelatti, uno de los 30 fabricantes del lugar. El empresario sostuvo que “la suba de importaciones” y “caída de ventas” siembra “mucha incertidumbre” al sector. “El problema es que yo no sé hacer otra cosa, dediqué toda mi vida a esto””, señaló el comerciante a DYN.
La fábrica Wyler´s, de Alcorta, a 95 kilómetros de Rosario, redujo en las últimas semanas la jornada laboral y salario de sus 108 operarios por un plazo de 60 días. El director de la firma, Gerardo Cucco justificó la medida ante la necesidad de bajar los costos para recuperar la competitividad en un mercado “en caída libre”.
“Estamos al límite, a punto de colapsar. Están en peligro todas las fuentes laborales. Esta es una medida para acomodarnos en este contexto adverso para seguir en la pelea y no bajar los brazos”, le explicó el empresario a DyN.