Se conocerá el veredicto del juicio por el crimen de las mochileras mendocinas
Durante el juicio oral, la médica forense Linda Mena declaró que ‘Majo’ se resistió, fue asesinada de un golpe en el cráneo, mientras que Marina recibió seis puñaladas en el cuello.
Ayer, los dos acusados de haber asesinado a las mendocinas negaron ser los autores del doble crimen y este miércoles se dará a conocer el veredicto del juicio oral por el caso.
Sin embargo, Mina Ponce admitió «haber colaborado y no haber avisado» sobre los homicidios de las jóvenes de 22 y 21 años, que según su testimonio fueron cometidos por otras personas.
Fuentes judiciales informaron a Télam que en un principio los jueces de la Corte Provincial de Justicia de Santa Elena no hicieron lugar al pedido del abogado querellante, Hernán Ulloa Ordoñez, y de uno de los abogados defensores, Joselito Argüello, para que declaren en la sala donde desde la semana pasada se realiza el juicio y no por videoconferencia como vinieron siguiendo las audiencias.
Sin embargo, a raíz de problemas técnicos en la transmisión, el Tribunal solicitó que ambos detenidos sean finalmente trasladados a la ciudadela Santa Paula de la ciudad de Salinas, a unos 140 kilómetros de Guayaquil.
Según las fuentes, el primero en declarar frente a los jueces fue Mina Ponce, quien relató que las chicas le dijeron que les habían robado, por lo que les ofreció llevarlas a su casa y regresó a su trabajo de seguridad de la comuna.
Luego que el acusado volvió a descansar a su vivienda, indicó que recibió un golpe en la cabeza y vio a las jóvenes tiradas en el piso.
De acuerdo a su testimonio, Mina Ponce acusó al «Chamo» – un presunto narco que ya fue investigado y quedó desvinculado del caso- de apuntarlo con un arma de fuego, mientras que otras personas comenzaron a embalar los cuerpos.
El imputado aseguró que ese hombre lo amenazó y lo obligó a trasladar los cadáveres en el triciclo para después descartarlos.
Por último, Mina Ponce admitió ser «culpable de haber colaborado» en el doble crimen pero aclaró que «nunca» hizo nada contra las víctimas, tras lo cual pidió «perdón» a sus familiares.
En tanto, «El Rojo» declaró que le solicitó al custodio de Montañita que ayudara a las chicas y que luego que éste le entregó las llaves de su casa tomaron un taxi hasta ese lugar.
Según Rodríguez, tras dejarlas en el inmueble, se retiró en un coche de alquiler y al otro día Mina Ponce le contó que se habían ido.
El sospechoso de haber sido coautor del doble homicidio también pidió «perdón» a las familias y dijo que sólo quiso «ayudarlas».
Los voceros agregaron que los jueces pasaron a un cuarto intermedio para mañana a las 11 (hora de Argentina) con los alegatos de cada una de las partes y luego con el veredicto, en tanto que en caso de ser condenatorio, el Tribunal dará a conocer el monto de la pena en otra audiencia.
Durante el juicio oral, la médica forense Linda Mena declaró que «Majo» se resistió, fue asesinada de un golpe en el cráneo y tenía lesiones de intento de abuso sexual, mientras que Marina recibió seis puñaladas en el cuello, una de las cuales le rompió la médula, y tenía signos de haber sido maniatada.
Por su parte, peritos colombianos aportaron detalles de la reconstrucción en 3D y los informes topográficos realizados mediante los testimonios que dieron los imputados y los testigos.
Los cuerpos de Marina y María José fueron encontrados envueltos en plástico y con cinta de embalar en una zona de vegetación próxima a las playas de Montañita, a unos 200 kilómetros de Guayaquil, en Ecuador, el jueves 25 y el sábado 27 de febrero, respectivamente.
Las chicas habían tenido su último contacto telefónico con sus familiares el lunes 22 de febrero y planeaban regresar a Argentina cuatro días después.
Luego de diferentes peritajes científicos con muestras de ADN y el cotejo de huellas dactilares, la Fiscalía ecuatoriana confirmó que los cuerpos pertenecían a las dos turistas mendocinas.
En esos estudios también brindaron su asistencia peritos de la Policía Federal Argentina (PFA) que viajaron especialmente a Guayaquil.