Brown le ganó 4 a 3 a Crucero de local
Crucero del Norte cayó esta tarde 4 a 3 con Brown de Adrogué en un entretenido partido con un final emocionante, ya que en el último segundo el equipo misionero estuvo a tiro del empate con un remate de Gabriel Chironi.
Los goles para el local los convirtieron Cristian Chávez a los 2 y 60’ minutos y Mauricio Asenjo a los 30 y 44 minutos; mientras que Iván Molina a los 30′ y Juan Manuel Maravilla Olivares a los 46’ y Guillermo Sotelo a cinco del final, marcaron los tantos para un Crucero del Norte que por momentos volvió a jugar bien pero, una vez más, pagó caro errores puntuales en la tarea defensiva.
De esta forma, el Colectivero vuelve a jugar un partido fuera de Misiones exhibiendo recursos para el ataque, capacidad para llegar al gol, pero no se trae nada de su excursión por otras tierras, en este caso por el Sur del Conurbano bonaerense. Crucero suma así su quinta derrota consecutiva como visitante, ya que enhebró caídas ante Gimnasia de Jujuy, Douglas Haig, Independiente Rivadavia de Mendoza, Talleres y ahora Brown de Adrogué.
El partido, sin embargo, estuvo cargado de emociones, sobre todo en el primer tiempo. Y también estuvo marcado por el gol tempranero que sufrió Crucero a los dos minutos de juego, por un descuido defensivo.
Fue un final electrizante, tras un segundo tiempo donde parecía que Crucero se lo llevaba por delante en los primeros minutos, hasta que un nuevo descuido atrás le permitió a Chávez poner el 4 a 2. Ahí el equipo del bigotón Vico durmió el encuentro y el equipo misionero se diluyó y se perdió en la resignación y la falta de ideas, hasta que Crucero logró despertar de la modorra, poner el 4 a 3 a través de Guillermo Sotelo y poner contra las cuerdas al equipo local en los últimos minutos. Lo malo fue que no le alcanzó. Y volvió a encontrarse con las manos vacías en el pitazo final de Paulo Vigliano.
Sobre el final, el tiro de Chironi desde la puerta del área paralizó los corazones de las casi 2000 personas que se acercaron al estadio de Brown, ya que el chiquitito de Neuquén casi convierte si no fuera por el manotazo desesperado de Martín Rios. Pero los goles no se merecen, se hacen, y ahí Crucero cumplió, porque metió tres tantos. Lo malo, una vez más, fue atrá donde no fue buena la tarea de evitar los goles en el área propia.