Por qué la Unión Europea está condenada al colapso
«Al optar por el camino de la construcción de la nación negando cualquier uso de la fuerza, la UE está al borde del precipicio».
La Unión Europea es probablemente el experimento más impresionante en la historia de las instituciones políticas, asegura el profesor estadounidense Ian Morris. La unión, que comenzó como una comunidad económica de Estados independientes con valores culturales similares, también adquirió rasgos de unión política.
«Parecía que 15 años después de la firma del Tratado de Maastricht sobre la creación de la UE, la humanidad había aprendido a formar y mantener el Estado sin depender de la violencia y la coerción», escribe Morris en su artículo publicado en la página de Stratfor.
De la crisis financiera a la de los refugiados
Pero después del año 2010 la estructura comenzó a resquebrajarse, señala el autor. «Entre los países del norte más productivos y los del sur más relajados surgió una crisis de pagos y una serie de países se endeudaron. Fue entonces cuando los gobiernos empezaron a trazar los límites de la unión legal que no cuenta con las herramientas de coerción que suele tener un Estado», subraya el autor.
En ese contexto, Morris recuerda que en los imperios antiguos, este tipo de problemas hubieran sido resueltos por la fuerza, como lo hizo el Reino Unido en 1850 cuando quería devolver el dinero prestado a Grecia. En ese entonces los británicos ocuparon los puertos griegos y detuvieron una flota mercante helena. Pero en la nueva Europa ese escenario «es imposible», indica.
«Al optar por el camino de la construcción de la nación negando cualquier uso de la fuerza, ahora la UE está al borde del precipicio», sostiene Morris. No obstante, al unir todo los esfuerzos la UE logró mantenerse a flote y quedarse con Grecia, Irlanda, Portugal, España, Italia e incluso Francia. Pero el año pasado surgió un nuevo problema que es la crisis de los refugiados. En ese contexto, «junto con los episodios de violencia y desastres vemos que en Europa se restauran las fronteras internas. El proceso de formación del Estado ha retrocedido», alega Morris.
«La UE ha sido una historia inspiradora que durante un tiempo determinado ha intentado demostrar que sí, se puede crear y mantener un Estado sin implementar la violencia. Sin embargo, resultó que este ejemplo solamente funciona en un escenario optimista. Pero cuando aparecen los problemas, la escasez de leyes y regulaciones de Bruselas llega a la superficie», cree.
En ese sentido, algunos políticos tienen un visión negativa sobre el futuro de la UE. «Europa podría perder su equilibrio histórico y el proyecto podría morir rápidamente», advirtió el primer ministro francés, Manuel Valls, en el Foro Económico Mundial de este año celebrado en Davos, Suiza. «Las cosas podrían desmoronarse en cuestión de meses», según el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, para quien eso «sería una tragedia».
Dos opciones
Entretanto, la UE todavía puede resolver sus problemas y así evitar el colapso, asegura Morris. En ese contexto, ofrece dos opciones. La primera consiste en el «fortalecimiento de las instituciones centrales para otorgar a Bruselas el poder necesario para prevenir el colapso». Sin embargo, para el profesor esta opción es poco probable.
La segunda opción ofrece prestar atención al discurso del primer ministro británico, David Cameron, pronunciado en el foro económico de Davos, donde llamó a abandonar la «profundización permanente de la unión política» con instituciones políticas fuertes. Precisamente esta tesis fue proclamada por el exjefe del Bundesbank, Helmut Schlesinger en 1994.