Todes y chiques: del no rotundo al “lo podemos charlar si es razonable”

Si bien a fines del año pasado la RAE le bajó el pulgar de forma categórica a éstos y otros términos ya adoptados por distintas personas, en las últimas horas se aflojó y advirtió que podría incorporar palabras de este tipo.

Luego de que a fines del año pasado la Real Academia Española considerara innecesarios algunos términos que buscan diferenciarse del masculino, el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, salió a remarcar que “no se puede imponer una manera de hablar por decreto”, aunque aclaró que la institución no está cerrada a las aperturas del lenguaje inclusivo para las mujeres “cuando sean razonables, no lesionen el idioma y mantengan su belleza y sobre todo su economía”. ¿Una nueva posibilidad para el todes?

Según Machado, “en la medida en la que vayan variando las modas, la academia se convierte en notario, en fedatario de cómo se habla y va incorporando conceptos al Diccionario y a la gramática”.

Para el director de la RAE, el lenguaje inclusivo recoge muchas versiones, “pero que el que se usa de forma habitual con terminaciones en masculino con aparente masculinidad es inclusivo porque incluye muchas veces el femenino”.

Preguntado sobre el uso de palabras como “miembras” o “todes”, Muñoz Machado señaló que “la Academia no puede imponer una manera de hablar por decreto”, aunque varios lingüistas vienen apuntando en este último tiempo que, de perdurar en el tiempo el uso de estos vocablos, sin duda serán incorporados a la RAE por una mera cuestión de uso y costumbre.

“Como muchas otras lenguas, el español es androcéntrico”, apunta Silvia Ramírez Gelbes, directora de la Maestría en Periodismo de la Universidad de San Andrés, y argumenta: “Fueron hombres quienes hicieron las gramáticas y desarrollaron los diccionarios. Fueron hombres quienes tuvieron el poder para establecer las políticas públicas relacionadas con la lengua. Fue su expresión la que quedó cristalizada como abarcadora. La cuestión es que el género social de nuestro tiempo ya no acepta el androcentrismo lingüístico tradicional. O no acepta la estereotipia binaria que el género gramatical le impone. Entonces, ni el masculino genérico ni el femenino a secas interpelan a la generalidad”.

Atenta a las nuevas corrientes y miradas, desde la cúpula de la RAE se aclaró en los últimos días que, más allá de las aclaraciones realizadas a fines del año pasado, sus miembros son partidarios de que se hagan “movimientos que visualicen más” el sexo femenino en el lenguaje español.

De esta manera, la RAE examinará, a partir del 7 de febrero, un documento elaborado por una comisión constituida por dos académicos y dos académicas y cuando se termine se remitirá el informe “a la vicepresidenta, que es la destinataria del trabajo y que hará con él el uso que considere oportuno”.

Preguntado sobre el uso de palabras como “miembras” o “todes”, Muñoz Machado señaló que “la Academia no puede imponer una manera de hablar por decreto, ni simplemente por un acuerdo”, y que “en la medida en la que vayan variando las modas”, la RAE irá incorporando conceptos nuevos al diccionario o a la gramática.

Como tal vez se recuerde, a fines del año pasado la Real Academia de la Lengua presentó su “Libro de estilo de la lengua española según la norma panhispánica”, un texto pensado para los escritores digitales en el que se abarcan desde las cuestiones gramaticales de género al uso de los emoticones.

“Si la lengua es dinámica y evoluciona con sus hablantes, este libro lo que pretende es ocuparse de las dudas que surgen diariamente más que ofrecer tratados completos. Se seleccionan tan solo, en cada uno de esos campos, aquellos puntos que ofrecen dudas frecuentes o cuyo conocimiento y uso garantiza un español correcto y más rico en su expresión”, señala la presentación del texto.