Rugby: cumpliría 81 años el gran capitán AITOR OTAÑO

Un 29 de enero de 1938 nacía en Adrogué, Bernardo Otaño. Su padre le quiso poner en la libreta de nacimiento Aitor, que en vasco significa “el más querido”, pero no lo dejaron. Igualmente así fue conocido y reconocido durante toda su vida.

Durante 19 temporadas fue parte del Club Pucará, capitán en la gira que denominaría el apodo «Pumas» al combinado nacional; ganador del Olimpia de Oro.

El gran jugador falleció en 2005 pero siempre estará en el recuerdo de todos los amantes del rugby. Su vida, plagada de historias, está reflejada en Anecdotaño, el libro que escribió el periodista Guillermo Alonso, quien fue jugador y entrenador de Pucará, el club que le sirvió de trampolín a Aitor para llegar a Los Pumas.

Otaño, un segunda línea fortísimo y de gran manejo (su habilidad para los deportes lo llevó también a la primera del tenis del club Adrogué), forma parte de la historia grande del rugby argentino. Además de haber sido capitán y figura de Los Pumas, fue entrenador del seleccionado (de 15 y de seven) y dirigente. Pero fue, sobre todo, un hombre que lleva al rugby en la sangre. Simpático, locuaz y participante de cuanta discusión se provoca, Aitor es de esos que están siempre en todos los lugares por donde haya una pelota ovalada. Por eso suele decir: “Si me escucha mi mujer, me mata, pero el rugby es mi primera casa”.

El libro Anecdotaño tiene testimonios del mismo protagonista y de otros amigos que le dio el rugby. Por ejemplo, de Héctor Pochola Silva, quien heredó la capitanía de Los Pumas: “Fue un gran estratega y como tipo inteligente también era un gran capitán”. O de Joe Argento, quien fue entrenador suyo en Pucará: “Tenía una fortaleza anímica impresionante. Se infiltraba hasta las rodillas para entrenarse”.

Aitor, integrante de lo que en el ambiente se conoce como los del 65, brinda en el libro escrito por Alonso una definición que vale la pena rescatar: “El espíritu del Puma es indefinible. Es mucho más lo que representa para uno que la popularidad que te da. Uno nunca deja de ser Puma, se siente Puma toda la vida aunque sepa que no vestirá más esa camiseta. Es un título nobiliario, algo que uno conserva para siempre”.

Anecdotaño, lanzado en diciembre último, es un testimonio que aporta a la escasa bibliografía que existe sobre el rugby argentino. Porque, además, a través de un personaje como Aitor Otaño, se puede recorrer la historia de Los Pumas.