CARBAP presentó un relevamiento del estado de la red vial de la provincia

Un informe elaborado por la entidad expone el estado crítico de la red vial en donde 70.000 km de caminos se encuentran en condiciones regulares o malas. También se analiza que la cantidad de recursos que se destina anualmente a la conservación y mantenimiento de la red vial es suficiente para que los mismos estén en muy buen estado.

La provincia de Buenos Aires tiene más de 120.000 km de caminos rurales de tierra, por los cuales transitan anualmente más de 45 millones de toneladas de granos, 2.500 millones de litros de leche y más de 9 millones de cabezas de ganado, entre lo que va a faena y movimiento de la invernada.

El mantenimiento de los caminos está a cargo de los municipios. Para el financiamiento de la conservación de los mismos, se abona lo que se llama una tasa vial; cada municipio determina su valor, al igual que la tasa de guías y señales. Además, la provincia envía el 12 % de lo recaudado del impuesto inmobiliario rural, Ley 13.010, el cual vuelve a los municipios como un fondo compensador para el mantenimiento de la parte de los caminos rurales que son provinciales.

La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) presentó un informe donde se pone de manifiesto el estado crítico de la red vial, a pesar del aporte millonario, más de 4.700 millones de pesos durante el 2018, que aportaron los productores para el mantenimiento de estos; salvo muy pocas excepciones, esos fondos se terminan derivando a gastos generales en los municipios y no a prestar el servicio del mantenimiento de la red vial, como debería ser.

En marzo de este año, la gobernadora María Eugenia Vidal anunció un plan para reparar 12.000 km de caminos, de los cuales, según lo anunciado, 4.000 km se deberían haber reparado este año. Dicho plan, por el momento, se encuentra en la etapa de promesa.

En mayo, en la localidad de Rauch, CARBAP organizó el Simposio de Caminos Rurales, donde se expuso la problemática y estado de situación de la red vial de la Provincia. Asistieron, además de productores, el ministro de Agroindustria, Leonardo Sarquis, funcionarios de Vialidad de Buenos Aires y La Pampa, intendentes municipales y funcionarios encargados de la red vial de los municipios.

Desde CARBAP consideraron que “lamentablemente, han pasado más de 6 meses y es muy poco lo que se ha logrado en mejora de los caminos rurales“. Cabe destacar que, los pocos intendentes que participaron son aquellos que tienen los caminos con el mantenimiento adecuado. La mayoría de los intendentes que faltaron, ven las tasas viales y de guías como un mero impuesto que se recauda y que es de libre disponibilidad. “Esta práctica no es corregida, ni siquiera advertida por los concejales municipales ni por el tribunal de cuentas de la Provincia“, advirtieron.

“Los productores consideran que unos 70.000 km de caminos se encuentran en condiciones regulares o malas“, señaló el informe. La mayoría de los municipios con caminos en condiciones buenas o muy buenas son aquellos en donde los productores a través de entes viales, como consorcios, comisiones viales o una especie de vinculación público-privada, tienen intervención directa en el manejo de los fondos y la asignación y control de estos. También, en la mayoría de esos casos –varía de acuerdo con el convenio de cada municipio- se deriva a esos entes el 70 a 75% de lo recaudado de la tasa vial y los aportes provenientes de la ley 13.010.

El financiamiento del mantenimiento

Tasa de Marcas y Señales (guías). En su origen, lo que motivó la creación del tributo de “guías” fue atender el “cuidado de las calles y caminos vecinales” que se deterioraban con el paso de las “tropas y tropillas” que provocaban su “pisoteo” y obligaban a “rastrear” los caminos para emparejarlos y alisarlos para uso vehicular.

Por eso se percibía un gravamen “por cabeza”, para que su monto total resultara de la cantidad de hacienda en tránsito y fuera “directamente proporcional al deterioro” que el paso de los animales provocaría. Era pues, una especie de “permiso de transitar con animales” que intentaba solventar, aunque fuera parcialmente, el “costo de mantenimiento” de los caminos, realizado bajo el consiguiente “servicio municipal”. Por lo tanto, al crearse la tasa vial y dejar de moverse animales a través de arreos, la tasa de guías y señales debería de haber desaparecido, pero lejos de eso, lo que terminó sucediendo fue que se derivaron esos recursos a otros gastos municipales que nada tienen que ver con el mantenimiento de los caminos.

Si bien el registro de la propiedad de los animales vacunos es potestad de la Provincia, a los municipios les fue cedida por el Código rural, la expedición de los certificados o autorizaciones (guías) que necesitan los productores para cumplir con las leyes vigentes y el Estado tenga un control de los movimientos, por lo que la tasa de marcas y señales debería tener el mismo valor monetario en todos los municipios, ya que se trata del mismo servicio, y si analizamos dichos valores, se observa que hay municipios que cobran hasta 120 pesos por cabeza y otros menos de la mitad.