El monumento a Diana La Cazadora y su vínculo con la historia de la ciudad

En la Plazoleta del Pasaje Las Delicias se encuentra la efigie de Diana, una de las dos estatuas que originalmente enmarcaban el acceso principal a Castelforte y con posterioridad adornaban el Hotel «La Delicia». Para el gran escritor Jorge Luis Borges, fueron años muy felices los vividos en esta comunidad de Adrogué y particularmente el tiempo que transcurría en ese hotel y sus jardines, nostálgicamente lo recuerda como su lugar en el mundo a través de distintas obras. Entre otras se lo menciona en “Adrogué”, poema del libro El hacedor. -“Lo que he tratado de decir sobre Adrogué, sobre el Sur, sobre el hotel “Las Delicias”, todo lo he dicho mejor, creo, en un poema”-. Y una vez más están los eucaliptos:   -“Su olor medicinal dan a la sombra/ Los eucaliptos: ese olor antiguo/ Que, más allá del tiempo y del ambiguo/ Lenguaje, el tiempo de las quintas nombra”-. Y al fin de otra estrofa: – “Pero todo esto ocurre en esta suerte/ De cuarta dimensión, que es la memoria. En ella y sólo en ella están ahora/ Los patios y jardines”-.

El cuento “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius” incluido en su libro «Ficciones», también alude al hotel. La primera oración es así: -“Debo a la conjunción de un espejo y de una enciclopedia el descubrimiento de Uqbar”-. Y los trenes, el punto cardinal de tres letras, la vida en las plantas, la ficción en los espejos. Aparece, como él lo llamaba, en plural, “Las Delicias”, a medida que avanza la acción, así: -“Algún recuerdo limitado y menguante de Herbert Ashe, ingeniero de los ferrocarriles del Sur, persiste en el hotel de Adrogué, entre las efusivas madreselvas y en el fondo ilusorio de los espejos”-. Lo llama Herbert Ashe, pero en realidad se refiere a otros personajes del Sur que eligió para escribir en sus líneas: el Sr. William Foy, un huésped de La Delicia que era ingeniero de los ferrocarriles del Sur.

El hotel fue en su origen, la residencia de Esteban Adrogué a fines de 1871 (en la hoy esquina de la avenida Espora y Esteban Adrogué) que, en 1873, fue convertida en el famoso hotel «La Delicia». Incluso la calle que hoy se llama Esteban Adrogué fue conocida durante años como «La Delicia» debido a que iba desde la estación hasta la entrada del hotel. La misma fue trazada por Esteban Adrogué para la comodidad de los turistas que venían a alojarse en las instalaciones. Esta calle pasó a llevar el nombre del fundador del partido de Almirante Brown hacia 1893. Del famoso Hotel La Delicia, de enorme influencia en el imaginario borgeano, hoy apenas se conserva la escultura de Diana.