Aborto Legal: El día después del NO a la Ley

En una jornada tensa y cargada de emotividad, cientos de jóvenes ganaron las calles desde muy temprano para defender y presenciar la votación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Tal como pasó el 13 de junio, fecha de tratamiento en la Cámara Baja, una vez más columnas y columnas de manifestantes, a favor y en contra, concentraron desde las 8.00 de la mañana aproximadamente para aportar a una vigilia que duró hasta alrededor de las 3.00 de la mañana del día siguiente.

Pero esta vez los resultados fueron diferentes: finalmente el Senado le dijo NO a la sanción de la Ley que garantiza el aborto Legal, Seguro y Gratuito y no podrá volverse a tratar este año.

El día después

Cientos de emociones se desataron durante los días previos al tratamiento de la Ley de Interrupción Voluntaria del embarazo, algunas cargadas de intolerancia otras tantas más tolerantes, pero que pusieron en relieve una situación clara que ya no admite que se cierren los ojos o se mire para otro lado: el aborto en las sociedades es una realidad y un alto porcentaje de mujeres que deciden interrumpir voluntariamente su embarazo sufren serias consecuencias sobre sus cuerpos por abortos hechos en condiciones de clandestinidad.

Con el “diario del lunes”, un día después; la Capital Federal se despertó sin sobresaltos, pero con una sensación distinta. Lo cierto es que hoy la sociedad debate el aborto, en cada uno de los hogares se habla del tema, en un debate franco, con opinión, con criterio (en muchos casos incluso con más argumentos que en senado), que llega a los colegios e interpela a cada una de las y los adolescentes, que llega a la mesa de cada uno de los argentinos que debaten con sus hijos, con sus padres, una gran porción de la realidad que hasta ahora fue un tabú.

El aborto existe, es una realidad, y va a seguir existiendo. Después de ayer además, seguirán apareciendo caras con miedo en las guardias de los hospitales, con cuerpos mutilados por decisiones no avaladas por el Estado, pero legítimas de cada una de las mujeres que nos rodean y determinan sobre sus cuerpos.

El día después aparece una propuesta del ejecutivo para lavar estos errores de conciencia: la posible reforma del código penal que impulsa el gobierno tendría una despenalización de la mujer que decide terminar con el embarazo, esto quiere decir que ya no tendría posibilidades de ir presa, pero nada aclara de los médicos que pudieran efectuar la práctica y por tanto, no aporta seguridades, ni plantea la legalidad sobre la misma ni su gratuidad. En ese sentido además, el Estado completamente desentendido de la intervención, solo se haría cargo de la situación de las mujeres, si existiera riesgo de vida.

El proyecto lavado, buscar acercar las mismas grietas que la alianza Cambiemos generó para adentro. Lo cierto es que tanto en diputados como en senadores, el tratamiento de la Ley generó complejas disidencias que en ninguno de los casos permitieron votaciones en bloque.