Alejandro Barletta, un vecino ilustre de Adrogué

Se trata del primer concertista de bandoneón en la historia de la música y está considerado por la crítica internacional como el más grande bandoneonísta de todos los tiempos.

Desarrollando una técnica extraordinaria desde su más temprana edad y autodidacta en el bandoneón, comenzó sus estudios de música a la edad de siete años en la ciudad de Buenos Aires, donde nació. A la edad de 7 años comienza a efectuar interpretaciones en su colegio y ya a los 12 años realiza conciertos junto a sus dos hermanos, Osvaldo y Miguel Ángel, violín y contrabajo, en el denominado «Trío Barletta».

Ya a los ocho años, como niño prodigio, actuó ante numerosos públicos en los barrios de su ciudad y en diversas asociaciones. Estudió profundamente: teoría, solfeo, didáctica musical, acústica, armonía, contrapunto, fuga, composición y orquestación, con notables maestros. En Argentina José Logiovine, Athos Palma, Julián Bautista, Alberto Ginastera, y en París, en la «Schola Cantorum», con Daniel Lesury Pierre Wismer, además de su paso por el Instituto de Musicología de la Sorbona. Desde los catorce años y hasta los 18, forma parte de diversas orquestas típicas como las de Domingo Federico y Alberto Castillo, interpretando tangos. Los primeros conciertos como intérprete solista los realiza en el Teatro del Pueblo. En su juventud es descubierto por Juan José Castro quien le allana el camino para presentarse como solista en Uruguay, Chile y Estados Unidos.

En el país del norte es solicitado para efectuar un concierto, presentándose por primera vez un bandoneonista como solista junto a una orquesta sinfónica bajo la batuta de André Cluytens en el «Teatro de Champs Elysees» de París. Dicho concierto está considerado el primero de la historia del instrumento en la música clásica. Formó parte del Grupo de París integrado por otros músicos y reconocidos escritores y pintores como Antonio Berni, Mauro Mejíaz, Antonio Gálvez, Miguel Ángel Asturias, Alejo Carpentier y Federico Gorbea, entre muchos otros.

En los años 70 se lo relacionó con la corriente de arte Madí, cuyo mayor exponente es el artista plástico Gyula Kosice. Como compositor es considerado uno de los grandes valores en la materia. Según los críticos de Buenos Aires es uno de los compositores que más aporta en sus obras y cuenta con el reconocimiento internacional. Entre las obras más interesantes de Barletta se encuentran los Preludios cósmicos y los tangos de cámara. Sus obras sinfónicas Júpiter 1,2,3 para bandoneón y orquesta, encargo de Teatro Colón de Buenos Aires, Júpiter 4,5,6,7 para dos bandoneones y orquesta, también encargo del citado teatro, Concierto del Sur para bandoneón y orquesta, y doble concierto de Montevideo para bandoneón, oboe y orquesta, se estrenaron con la Filarmónica de Buenos Aires y en el «Festival Internacional de Música» de Montevideo. Introdujo el bandoneón en catedrales de países e iglesias de diversos cultos.

Entre ellas destacaremos la iglesia de Santo Tomás en Leipzig, llamada la «Iglesia de Bach», «Chiesa della Pieta», La Iglesia de Antonio Vivaldi, en Venecia, la de Saint Germain Lauserroix, en París, y en muchas otras de Argentina, Bélgica, Uruguay, Paraguay, Italia y España. Estos conciertos despertaron gran interés por el bandoneón, inimaginable antes de Barletta. También ostenta el mérito de haber introducido los tangos en los templos, incluso con encargo de obras. Como intérprete se le ha comparado frecuentemente con Andrés Segovia, Pablo Casals, Wanda Landowska, Nicanor Zabaleta, etc., y muchos críticos lo consideran uno de los’ más notables intérpretes de este siglo, al igual que lo hicieron compositores, tales como Hindemith y Kachaturian. En 1989 fue condecorado con la medalla al mérito por la Fundación Konex de Buenos Aires, otorgada a los cien músicos más importantes de la historia de Argentina, y con el «Gran Premio de Honor Carlos Gardel de Oro», por sus tangos de cámara. Ha grabado discos en New York, México, Buenos Aires, Montevideo, Medellín y Madrid.

En 1990 prosiguió con sus habituales giras por América y Europa, presentando obras originales para bandoneón y su repertorio barroco, importantísimo, ya que el bandoneón es, considerado como un órgano de cámara o barroco. En el año 1992, la Compañía Francesa de Teatro de Alain Maratrat y Alita Baldi lo contratan para que introduzca el bandoneón por primera vez en la Zarzuela, actuando en el Festival de Viena , de Avignon, etc. De gran importancia fue su labor docente, ejerciendo en el Conservatorio Julián Aguirre de Banfield, el Conservatorio López Buchardo en Capital Federal, en Adrogué, en la Municipalidad de Almirante Brown y en su domicilio particular. Es ciudadano ilustre de la Ciudad de Adrogué y de la Provincia de Buenos Aires. Falleció el 26 de Abril de 2008 a los 83 años.