Ajustes, endeudamiento y achicamiento del Estado

Esa es la política de Cambiemos, que aunque éste en stand by antes de las elecciones nacionales del 22 de Octubre, lo cierto es que es casi seguro que se haga visible claramente si el gobierno en los números renueva la posibilidad de ser mayoría para las elecciones.

Según datos recaudados desde diciembre de 2015 a abril de 2017 los incrementos de los servicios han sido en promedio de un 400 por ciento. La luz en promedio de 500 por ciento, el gas 300 por ciento y el agua alrededor de un 300 por ciento. Es cierto que las tarifas estaban desactualizadas, y que hay un consenso social que entiende que así era, pero igual de cierto es, que en nuestro país, más del 50 por ciento de los salarios no llega a los 12 mil pesos, y que en ese sentido, comer, pagar servicios (que en algunos casos mensuales de una familia tipo llegan a superar los 3 mil pesos cada uno), y sostenerse hasta fin de mes, cada vez es más complejo para una familia tipo.

Paralelamente a esto, el gobierno prevé una reforma laboral y previsional que, entre otras cuestiones implemente contratos, elimine los Convenios Colectivos de Trabajo, aumente la edad jubilatoria e incremente los años de aportes. Una reforma que peligrosamente dejaría a quienes son trabajadores activos y tienen un promedio de 40 años en una situación endeble, con el retiro jubilatorio mucho más lejano, y con pocas posibilidades de acceder a ese retiro teniendo en cuenta que los años de aportes jubilatorios van a incrementarse. Recordemos que quienes hoy tienen ese promedio de edad, son hijos de la recesión que azotó al país en la década de los 90, que carecen de un exceso de años de aportes y que están hace una década nuevamente levantando la cabeza para volver a empezar.

A esta altura del editorial muchos dirán “y bueno, estamos pagando la falta de dinero. La fiesta de otros, la necesidad de generar recursos”. Lo cierto es que este gobierno aumentó la deuda externa en este último año en 36 mil millones de dólares, en la totalidad de su gobierno Cambiemos, que data de dos años de administración, la incrementó casi lo mismo que el período de la dictadura militar en su conjunto. Además para el presupuesto de este año se prevé un incremento de 46 millones de dólares y algunos de los compromisos asumidos en bonos, endeudan el país a 100 años porque no hay más capacidad de endeudamiento a menores plazos, que nos permitan después cumplir con el pago de las obligaciones, una política que ya conocemos los argentinos, que tiene que ver con la receta neoliberal de tomar grandes créditos que comprometen la rentabilidad de PBI del país.

En este sentido, se introduce una nueva política de achicamiento del Estado, o no tan nueva para quienes ya peinamos algunas canas. Por nombrar un ejemplo, la famosa Cobertura Universal de Salud (CUS) que ya se está implementado como prueba piloto en Mendoza, prevé la implementación de una Canasta Básica de Medicamentos y enfermedades a tratar para el Estado (como si actualmente la salud por Constitución Nacional no fuera pública y gratuita), pero entiende que todo lo que éste por fuera deberá ser costeado por el paciente en forma privada, para lo cual se prevé un amplio acuerdo con Farmacity, privatizando gran parte del sector público de salud.

Cambiemos despliega un amplio abanico de recetas neoliberales, que plebiscitará en Octubre. Será la sociedad la encargada de ponerle un freno al retroceso visible del país y a la vuelta al pasado, o dejar que sea ese pasado el que nos vuelva a atrapar.